El pasado y presente multicultural de Córdoba se hacen patentes en su extraordinaria y variada oferta gastronómica. De Japón a Marruecos, pasando por China o Argentina, en la ciudad sobran opciones para disfrutar de la cocina del mundo.
Alma, amor y buenas vibraciones conforman el mantra que acompaña a quien traspasa el umbral de Perla Azul (Puerta Sevilla, 1). Un auténtico oasis añil en el corazón de San Basilio, perfectamente integrado entre el universo de patios cordobeses que lo rodean.
Hajar Badi es la creadora de la oferta gastronómica de este restaurante-cafetería llena de magia y que rinde homenaje a la ciudad marroquí de Chefchauen, llamada también 'La Perla Azul'.
A la hora del desayuno y la merienda seducen a su clientela con brownies, tartas, dulces típicos marroquíes y crepes elaborados artesanalmente. Gofres, croissants, tostadas de pan de masa madre y donuts completan la oferta. Deliciosas opciones para combinar con un buen café, zumos naturales, batidos, refrescos o algunos de sus inolvidables tés (negro, rojo, verde, con hierbabuena o con hierbaluisa).
Su carta es pura cocina tradicional marroquí, elaborada con productos Halal de alta calidad. En el apartado de entrantes no faltan los hummus (rojo, verde o de cúrcuma), refrescantes ensaladas, la musaka árabe o la harira (sopa de tomate con fideos, garbanzos, apio y cebolla).
A la hora de elegir el plato principal no es fácil elegir entre especialidades tan deliciosas como tajin (de cordero, merluza, kefta, pollo con limones encurtidos); pinchitos (de cordero o pollo); briwat de verduras; cuscus (de verduras, pollo, cordero); pastela (de pollo o de verduras); o saffa medfuna.
No hace mucho abría en pleno centro de Córdoba un nuevo restaurante especializado en gastronomía japonesa, L. San.
Con varias sedes en Sevilla y un éxito más que afianzado, la familia Liao, cuya inicial da nombre a la ya popular cadena se ha decantado por el Bulevar del Gran Capitán para abrir su primer establecimiento en la ciudad. Está ubicado a la altura del número, 10.
Toda la comida, alrededor de un centenar de platos, se hace en el momento. Además, el cliente puede elegir entre entre bufé a la carta y platos sueltos.
Su carta incluye makis -con espectaculares combos-, sashimi, niguiris, uramakis, gunkan, ramen -una sopa con fideos largos que puede hacerse con ternera, cerdo, verduras, polo frito o ternera frita. ¡El comensal decide!.
No faltan clásicos del país del sol naciente como las gyozas, tempura, algas wakame, arroces y tallarines con guarniciones diversas.
Realmente atractivos y con muy buena fama llegan sus panes baos de pollo o de pato, bocados sencillos pero llenos de sabor.
De lunes a viernes (excepto festivos) ofrecen menú de mediodía, que incluye una bebida, tres platos a elegir y un postre (dorayaki, taiyaki, flan de te verde o bien un plato adicional).
En cambio, en el buffet hay tres rondas de cinco platos por persona -a elegir entre más de 100 platos.
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