Si bien son típicas de Semana Santa y Cuaresma, cada vez son más las confiterías, pastelerías y restaurantes que elaboran las torrijas durante todo el año. Con un claro origen en el aprovechamiento, su receta ha evolucionado en paralelo a la alta gastronomía para convertirse en una delicatessen versátil y que casa a la perfección con helado, sopa de queso, frutos rojos, caramelo o algo tan cordobés como la reducción de PX dulce.
Sus incondicionales saben que se trata de elaboración dulce, que antaño se servían bañadas en leche o en vino tinto. No obstante, en la actualidad también se comercializan bañadas en chocolate, natillas o miel. Un toque extra de azúcar o canela o incluso PX también les dan un toque especial y delicioso.
Lo mismo ha ocurrido con la materia prima, que antiguamente era pan con miga densa y preferiblemente asentado y hoy las panaderías elaboran panes específicos para hacer torrijas. Algunos de ellos con textura abriochada.

Torrijas de PX de Pastelería San Rafael
Torrija, sopa fría de chocolate blanco y helado de caramelo salado es la propuesta de Taberna La Montillana. Mientras que Cocina 33 opta por la torrija de brioche caramelizada, anacardos y Ponche Caballero. Aunque si hay una especialmente famosa en Córdoba es la torrija caramelizada empapada en leche fresca de azahar con helado de nueces pecanas de El Envero.
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