La hermandad de la Merced está viviendo una Cuaresma atípica por las obras que se están llevando a cabo en la iglesia de San Antonio de Padua. Con medidas restrictivas por la pandemia, la corporación del Lunes Santo vive unos intensos días desde este domingo con la veneración a Nuestro Padre Jesús Humilde en su Coronación de Espinas y el solenme quinario a su titular desde este próximo martes.

Debido a unas obras en la fachada de su templo, la cofradía del Zumbacón decidió los primeros días del pasado mes de enero trasladar a sus sagradas imágenes a la sala capitular de la casa hermandad, donde se realizó el tradicional rezo del vía crucis el pasado miércoles de ceniza, día en el que arrancó la Cuaresma, un acto que se pudo seguir a través de los redes sociales de la corporación del Lunes Santo.

La hermandad de la Merced, al ver el retraso de las obras, decidió trasladar de nuevo a sus titulares, Nuestro Padre Jesús en su Coronación de Espinas y la Virgen de la Merced, en el arranque de la Cuaresma. De este modo, la iglesia de la Merced acogió a los titulares de la corporación del Zumbacón, con el fin de poder realizar sus actos de la mejor manera posible.

El Señor de la Coronación de Espinas ha sido expuesto este domingo por la cofradía del Lunes Santo a veneración por los fieles y devotos. Ante el retablo de la iglesia de la Merced y sobre una peana, cedida por la hermandad del Rescatado, el titular del Zumbacón recibió el cariño y los rezos de los suyos. Como ha explicado a el Día Antonio Ruf, hermano mayor de la hermandad de la Merced, "son unos cultos históricos" debido a que las obras avanzan "muy lentamente". 

Tras este acto de veneración, la corporación del Lunes Santo celebrará desde este martes el solemne quinario a su titular, siendo el próximo domingo el día escogido para su función principal de instituto. Unos días grandes para la hermandad de la Merced, que serán especiales por ser lejos de la parroquia de San Antonio de Padua.