Montilla-Moriles

La falta de precipitaciones obliga a adelantar el inicio de la vendimia

  • La campaña va a arrancar con la previsión de reducir la producción entre un 20 y un 25% respecto al año pasado

  • El número de jornales previsto bajará este año de los 100.000

Varias personas trabajan en la vendimia de la comarca Montilla-Moriles.

Varias personas trabajan en la vendimia de la comarca Montilla-Moriles. / El Día

La vendimia en el marco Montilla-Moriles se adelanta este año. La razón por la que se inicia la recogida de la uva en la comarca antes de tiempo no es otra que la falta de precipitaciones registradas a lo largo de este ejercicio. Así, será mañana o el viernes –el pleno del consejo regulador de la Denominación de Origen (DO) lo decide este jueves– cuando de comienzo la campaña de 2019. Con ello, los trabajos se iniciarán antes de su fecha natural, que suele ser a lo largo de la primera quincena del mes de agosto.

Es más, según ha recordado el director-gerente del marco regulador, Enrique Garrido, la vendimia comenzó el año pasado la primera semana de agosto. No obstante, todo depende de “la graduación de la uva para que se pueda cortar y que tenga 12 o 12,5 grados”.

Pues bien, esta falta de lluvia en el campo cordobés ha hecho que “la reserva de la planta se resienta”, según Garrido, quien ha añadido que, por ello, la producción también se verá recortada entre un 20 y un 25%. No obstante, estas son las previsiones que él maneja, ya que, según ha reconocido, hay quien sitúa esta caída entre el 30 e incluso el 40%. Esta reducción, de manera evidente, provocará también que los jornales experimenten una ligera caída y no lleguen a los 100.000, según los datos ofrecidos por Garrido.

Las primeras uvas que se cosecharán en Montilla-Moriles serán las variedades blancas tempranas como Chardonnay, Sauvignon Blanc, Verdejo y Moscatel, que producirán los primeros mostos con los que se harán los vinos jóvenes y a las que seguirán las variedades tintas y finalmente la variedad autóctona, la Pedro Ximénez. Ésta última, anota el gerente de la DO, es la última variedad que se recoge y tendrá lugar la segunda semana del mes de agosto.

La Tarjeta del Viticultor

Garrido ha explicado que este año continua vigente la Tarjeta del Viticultor, que se puso en marcha de 2016, y ha recordado que su uso “se mantiene como obligación”, al tiempo que ha indicado que con ella “se garantiza la trazabilidad del producto”. Esta tarjeta es un sistema de control que sirve para validar la procedencia de la uva y tiene un chip de memoria que acredita la titularidad de los viñedos inscritos en el marco regulador.

El viticultor debe presentar de manera obligatoria este dispositivo en cada entrega de uva. Es más, el marco no acepta la entrada de uva en lagar sin la correspondiente tarjeta; el incumplimiento de cualquiera de las obligaciones en el uso de la tarjeta supondrá la descalificación de las partidas de uva afectadas. La novedad de este año es que los viticultores de la comarca Montilla-Moriles al presentar esta tarjeta ya no tendrán que acreditar el documento de acompañamiento de transporte de la uva, que es obligatorio. “Se les exime de presentar este documento, por lo que se simplifica la gestión”, ha destacado.

Una superficie que decrece

Garrido también ha hecho referencia la reducción de la superficie destinada al cultivo de la vida en la comarca de Montilla-Moriles que se ha registrado respecto a la pasada campaña. Así, ha detallado que mientras que en la vendimia de 2018 había registradas 4.882 hectáreas cultivadas, para este año esa superficie se ha reducido a las 4.798. La razón de esta caída progresiva de superficie de viñedo en la provincia, según ha indicado, a que “el olivo va ganando terreno a la vid, a pesar de que el cultivo menos rentable”.

La vendimia del año pasado, según ya informó Asaja a su conclusión, tuvo unos datos finales de producción de 44 millones de kilos de uva blanca. De la uva tinta, la producción es similar a la campaña anterior, en torno a los 3,5 millones de kilos, que ya fue baja debido fundamentalmente al arranque de estas variedades en la zona.

La de la comarca Montilla-Moriles suele ser una de las primeras vendimias que se lleva a cabo en Europa, aunque este año se le ha adelantado la de Jerez (Cádiz), que ya ha dado comienzo.

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