Entrevista

José del Río Luna, alcalde de Santaella: "La residencia de mayores tiene que salir adelante, es mi gran compromiso"

José del Río Luna, alcalde de Santaella.

José del Río Luna, alcalde de Santaella. / Miguel Ángel Salas

José del Río Luna regresó a su Santella natal en 2007, tras una vida completa dedicada al comercio y al mundo empresarial en Zaragoza, adonde se marchó con solo 17 años. "Siempre cuento que he sido un árbol con las raíces muy profundas, así que en cuanto me jubilé volví a casa", explica. Desde el pasado mes de junio, y gracias a un pacto con el PP, es alcalde de su localidad defendiendo las siglas Somos ASÍ.

-¿Cómo llega a la política y cuál es el origen de Somos ASÍ?

-En Zaragoza estuve mucho tiempo colaborando con el Partido Aragonés, porque entendía que defendía las cosas de su tierra. Yo quería trabajar por mi pueblo y mejorar la calidad de vida, así que en 2011 nos presentamos por primera vez a la Alcaldía con una agrupación de electores y obtuvimos dos concejales. Al final, para no molestar a los amigos y a los allegados con sus firmas cada cuatro años, optamos por constituir el partido Agrupación de Santaellanos Independientes. Las siglas ASÍ estaban ya registradas en Mallorca, por lo que al final nos decidimos por Somos ASÍ, basándome en la canción Somos de José Antonio Labordeta. Desde el principio tuve claro que no quería estar bajo las órdenes de nadie, sino de mi pueblo exclusivamente, con la hoja de ruta que el pueblo marque.

-¿En qué parte del espectro ideológico se sitúa Somos ASÍ, más a la derecha o más a la izquierda?

-Siempre he dicho que somos un partido del pueblo y para el pueblo, ni de izquierdas ni de derechas. No nos servimos de las personas, servimos a las personas.

-¿Y alguna vez se imaginó que llegaría a convertirse en alcalde?

-Siempre te presentas con la ilusión de ser alcalde, así que si sonaba la flauta, perfecto. Al final he salido a la cuarta vez. Es verdad, he sido insistente, porque soy una persona con vocación de servicio y me gusta prestarme a los demás, estar junto a los más desfavorecidas, los mayores, los más indefensos... Lo he sentido así toda la vida, y qué mejor forma de actuar que desde la institución.

-¿Fue difícil llegar a un acuerdo de cogobierno con el PP?

-No, ambas partes teníamos claro que el pueblo quería un cambio, así que había que intentarlo. Los puntos que nos unen son las necesidades que nuestro pueblo tiene de infraestructuras, de atención al ciudadano, en urbanismo, en zonas verdes, en las aldeas... No vamos a decir que todo estaba mal, pero sí había mucho que cambiar y que mejorar.

-¿Ser alcalde es como se lo había imaginado?

-No es lo mismo ver las cosas desde fuera que cuando estás en el meollo. Es más complicado, aunque no es que me haya cogido de sorpresa. Tienes que estar 24 horas sin parar y hay que solventar muchos problemas, que es lo que tenemos que hacer los políticos, no crearlos.

-¿En qué situación se ha encontrado en el Ayuntamiento?

-Hay cosas que necesitaban mejorar, como la carencia de personal, porque tenemos varias plazas sin cubrir y los trabajadores van a tope, estresados. Vamos a sacar al menos tres plazas, no queda más remedio que hacerlo por el mejor funcionamiento del municipio.

-¿A qué proyectos están dando prioridad?

-Hay asuntos que ya estaban proyectados y estamos terminando lo que empezó la corporación anterior. Al margen de esto, ahora estamos diseñando el presupuesto. Prioritaria es la residencia de mayores, y después unas circunvalaciones que están encaminadas pero hay que estar dándole la vara todo el rato a la Diputación y a la Junta de Andalucía, porque en este pueblo las infraestructuras han estado dejadas de la mano de Dios. La plaza del Ayuntamiento, por ejemplo, es una encerrona. Después, a medio plazo, el centro de salud hay que mejorarlo. Tiene 40 años y no reúne las conduciones necesarias ni para los profesionales ni para los pacientes, incluso las aldeas tienen mejores infraestructuras.

-Respecto a la residencia, ¿qué previsiones tiene?

-Acabamos de presentar la documentación para optar a una subvención de Fondos Next Generation y también estamos contactando con la Junta de Andalucía y con la Diputación. Cuando la residencia se construyó, había una normativa distinta, por lo que ahora hay que adaptar el edificio y terminarlo. Calculamos que hará falta una inversión de 1,3 millones de euros, que un municipio del tamaño de Santaella no puede asumir en solitario con su propio presupuesto. Pero la residencia tiene que salir adelante, es mi gran compromiso desde que entré. Se encuentra en el parque García Lorca y tendrá capacidad para 36 plazas. Es un tamaño muy bueno porque no implica masificación, así que la calidad de vida será muy buena. También contará con un centro de día.

-Numerosas localidades han apostado por el turismo como fuente de riqueza, ¿cuál es la perspectiva de Santaella en este ámbito?

-Se está elaborando un proyecto para fomentar el turismo, aunque lo primero es tener las cosas preparadas para que las personas que lleguen lo encuentren todo aceptable, porque las mismas entradas dejaban mucho que desear. El acceso desde Puente Genil, por ejemplo, parecía un vertedero, y ya lo hemos limpiado. Santaella posee una riqueza extraordinaria y tenemos el que posiblemente sea el mejor museo de la provincia. La Catedral de la Campiña es la otra gran referencia, y el Adarve ofrece una panorámica fabulosa con unas puestas de sol maravillosas. Porque aquí no vino Clinton, que si no a Hillary la tendríamos ahora por aquí. Poco a poco, vamos a ir haciendo cosas para darle a Santaella esa categoría que se merece y ofrecer un paquete completo.

-La sequía es una de las principales preocupaciones en Andalucía. En una zona rural como Santaella, ¿está afectando ya a la situación económica de las familias por el impacto sobre el campo y los cultivos?

-Gracias a Dios, la economía se ha mantenido porque las empresas están trabajando muy duro. Hace poco hemos tenido una reunión en Cordobilla, donde está el punto de elevación de riego del Genil-Cabra, a ver si buscamos una solución para poder dar más agua. Es imprescindible para que no se resienta más la industria que tenemos. En agosto emitimos un bando llamando a la población a que hiciera un uso responsable del agua, porque todos debemos colaborar. Si no podemos lavar el coche con la manguera, pues lo hacemos con un cubo de agua y una esponja. Nada de estar con el grifo abierto a lo loco, que se nos termina... 

-En la situación actual, ¿ve factible la ampliación del riego tal y como piden los agricultores?

-Tienen que desarrollarse conservaciones de alto nivel porque el problema lo tenemos encima.

-Santaella no es solo el núcleo principal, sino que parte de la población reside en los núcleos de La Montiela o El Fontanar, ¿qué gestión se está haciendo?

-Tenemos un concejal de aldeas que está pendiente de todos los temas. En La Montiela se ha hecho una limpia de árboles que estaban enfermos, porque desde hace 60 años no se podaban. Se están saneando y se está haciendo una repoblación, aunque con mucha cautela por el problema del riego. En mi programa me comprometí a plantar 5.000 árboles durante el mandato, pero vamos a ver qué pasa con el agua... No podemos poner árboles sin conocimiento. 

-¿Qué piensa de la segregación de La Guijarrosa?

-Aquello fue un despropósito, y lo sigue siendo. El alcalde ya tiene su cortijito allí... Mientras Europa recomendaba que se unieran pueblos para ofrecer mejores servicios, aquí se aprobaba la segregación de La Guijarrosa, que fue un capricho de la señora Susana Díaz. Los alcaldes de Santaella estaban sustentados por los tres concejales de La Guijarrosa, así que estaban pillados. Es lo mismo que está pasando con Pedro Sánchez, que ahora tiene que pagar la factura. Fue el equivalente en política local, a lo que nosotros nos opusimos desde el principio, pero éramos minoría. 

-¿Y ve factible que La Guijarrosa y Santaella vuelvan a ser una unidad?

-Ni lo he pensado, porque sería empezar otra guerra y una pérdida de tiempo. El pueblo de Santaella es el que tenía que haberlo dicho en su momento mediante un referéndum, se tenía que haber preguntado. Pero hicieron igual que Pedro Sánchez. Desgraciadamente, con el pueblo solo se cuenta cuando llegan las elecciones. Y no nos dan un cheque en blanco, estamos para servir.

-¿Cómo están siendo las relaciones con las distintas administraciones desde un partido independiente?

-Los contactos están siendo muy correctos, y están por la labor de echar una mano. Siempre que he pedido citas me han apoyado.

-¿Es difícil hacer política sin un gran partido detrás?

-Lo que tengo por detrás es la fuerza de mi pueblo y el convencimiento con que se plantean las cosas. Vamos con fundamento.

-¿Alguna vez ha llamado a la puerta de un partido grande?

-No, no he llamado a ninguna puerta para que me respalden.

-¿Y no lo descarta?

-No sé lo que va a pasar mañana... Tampoco sería una barbaridad, las puertas nunca se cierran. 

-¿Qué tiempo le pone a su vida política?

-Partido a partido, como dicen en el Atlético de Madrid. Intentaremos cumplir los objetivos hasta llegar a la meta, que es sacar adelante los proyectos. Hay políticos que se creen que esto es su cortijo, pero todos estamos de paso.

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