Belalcázar vive sin periodicidad anual fija la representación de El Halcón y la Columna, una obra de teatro popular que los propios vecinos del municipio de Los Pedroches representan en agosto en el marco incomparable del patio de la huerta del Convento de Santa Clara de la Columna y que se remonta al siglo XV para contar la historia de cómo nació en Condado de Belalcázar. El lugar elegido no es baladí. En el Convento de Santa Clara reposan los restos mortales de los personajes protagonistas de esta ficción real, los Sotomayor y Zúñiga. 

El Ayuntamiento de Belalcázar ya prepara lo que será la secuela de El Halcón y la Columna, una nueva obra de teatro popular, también interpretada por los vecinos, cuya primera representación está prevista para agosto de 2025. En esta obra se ensalzará la figura de quien fuera el primer conde de Belalcázar, Gutierre II de Sotomayor, quien pasó a la historia como fray Juan de la Puebla tras decidir tomar los hábitos.

"Tras el éxito de más de 20 años de El Halcón y la Columna, el Ayuntamiento de Belalcázar ha decidido preparar una nueva obra, en la que se lleva trabajando ya varios meses, que convivirá con su predecesora y supondrá una continuación de la historia de la localidad vivida a través de sus personajes más ilustres", han anunciado desde el propio Consistorio. El personaje principal de la nueva obra teatral será fray Juan de la Puebla -Gutierre II de Sotomayor antes de tomar los hábitos-, quien fue el primer conde de Belalcázar, y dejó los grandes lujos y comodidades de la corte por una vida de pobreza para seguir a Cristo como fraile", han añadido.

La nueva obra lleva por título De Nobles y Frailes, y tendrá entre sus personajes a históricos y notables de la localidad, a través de los cuales se contará la historia de fray Juan de la Puebla, la historia de una vida a través de palabras de célebres, sobre todo, de las del también fraile local fray Miguel de Medina.

El relato está basado inicialmente en una conversación ficticia entre el papa Pío IV y este último belalcazareño, tras ser enviado por la corona española como teólogo al Concilio de Trento, donde su destacada participación fue bien valorada por la Santa Sede, siendo el mismo pontífice, quien, como compensación al gran trabajo realizado en el Concilio, le concedió el jubileo a la parroquia del pueblo natal de fray Miguel de Medina, la de Santiago El Mayor, de Belalcázar.

"En la obra, el papa, conocedor de las grandes gestas de Fray Juan de la Puebla, le pide a Fray Miguel de Medina que le hable sobre el ilustre y venerable fraile. Es entonces cuando fray Miguel le relata los hechos más relevantes de la vida del que fuera el primer conde de Belalcázar, a la vez que responde a las curiosas preguntas de Pío IV. Le habla de sus orígenes, de la llamada de Dios, de su concepto de la pobreza, de su retiro a Guadalupe, de su madre, Doña Elvira, de su hermano, de la crianza de su sobrino, de la fundación de la provincia de Santa María de los Ángeles, de la creación de conventos, de cómo se vieron afectados los dos conventos locales de los Cinco Mártires de Marruecos y Santa Clara de la Columna, y de sus conversaciones con la Reina Isabel I de Castilla", detallan desde el Ayuntamiento.

Esta obra de teatro popular se ensalza asimismo la importancia de la conexión con Belalcázar de sus personajes ilustres, influyentes y determinantes en la Historia. "Haciendo un repaso de la vida de fray Juan de la Puebla atravesamos los siglos XV y XVI, tan determinantes en la historia de España, poniendo en valor el pueblo de Belalcázar y sus gentes, y reivindicando las raíces y la huella dejada a través de sus habitantes más famosos", sentencian desde el Consistorio de la localidad de Los Pedroches. En este proyecto, aunque el personaje principal es fray Juan de la Puebla, no se deja de lado a sus coetáneos, familiares y personas de gran importancia para la España de aquella época, añaden.

Paralelamente "y como trasfondo", De Nobles y Frailes deja entrever la gran labor de fray Miguel de Medina y la consecución del jubileo para la parroquia de Belalcázar, por la cual se alcanzan las mismas indulgencias y gracias espirituales que durante el Año Santo en la ciudad de Roma, con dos días señalados: el 15 de agosto, Día de la Asunción de la Virgen, y el 29 de septiembre, Día de la Dedicación a San Miguel.