Los Pedroches

El conde de Belalcázar, secretario personal de la reina Letizia, espectador de excepción de 'El halcón y la columna'

El conde de Belalcázar, cuarto por la izquierda, junto a su esposa, Ana Pérez de Guzmán Lizasoain.

El conde de Belalcázar, cuarto por la izquierda, junto a su esposa, Ana Pérez de Guzmán Lizasoain. / Luis Gómez

El municipio cordobés de Belalcázar acaba de cerrar con éxito un nuevo ciclo de El halcón y la columna, la obra de teatro popular que, cada cuatro años, los vecinos reviven en el patio de la Huerta del convento de Santa Clara de la Columna como privilegiado escenario. Cientos de espectadores han completado el aforo en las cuatro representaciones y, entre ellos, ha habido un invitado de excepción: el actual conde de Belalcázar, José Manuel Zuleta y Alejandro, secretario personal de la reina Letizia.

Es la primera vez que el 22 conde de Belalcázar, de 63 años, visitaba el municipio. Y lo ha hecho en compañía de su esposa, Ana Pérez de Guzmán Lizasoain, y de los duques de Dato. 

El noble, que es mano derecha y secretario personal de la reina Letizia, aprovechó el hueco en la agenda estival de los reyes para escaparse a la localidad cordobesa y conocer el municipio de donde eran sus antepasados. En esta primera visita, fueron recibidos por el alcalde, Francisco Luis Fernández (PSOE), y recorrieron los principales monumentos de la localidad, como el Castillo de Sotomayor y Zúñiga, la iglesia de Santiago El Mayor o el propio convento.  

El Ayuntamiento belalcazareño ha expresado su agradecimiento a los condes por su "distinguida presencia" en la localidad, y ha confiado en que la "unión" con el municipio evolucione "hacia una alianza indisoluble" y sea "punto de partida de relaciones futuras".

Según la web oficial de la Casa de Su Majestad el Rey, José Manuel Zuleta y Alejandro, duque de Abrantes, nació en Melilla el 8 de diciembre de 1960. Está casado y tiene tres hijas. Además de conde, Zuleta posee los títulos de marqués de Sardoal, marqués del Duero, conde de Cancelada, conde de Casares, conde de Lences, marqués de Valdefuentes, caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III y de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.

Ingresó en la Academia General Militar en 1979, y fue promovido al empleo de teniente en 1984. En julio de 2015 ascendió a general de Brigada y en marzo de 2019 a general de División del Cuerpo General del Ejército de Tierra. Es diplomado de Estado Mayor del Ejército y de Estados Mayores Conjuntos y ha realizado el Programa de Liderazgo para la Gestión Pública en el IESE.

Ha estado destinado en los regimientos de caballería Sagunto 7 y Villaviciosa 14, en la Unidad de Transportes IX/61 y en la División de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto. Fue profesor de la Escuela de Estado Mayor. Entre mayo y noviembre de 2000, realizó una misión en el Cuartel General de la SFOR en Sarajevo (Bosnia-Herzegovina).

En la Casa de Su Majestad el Rey, ha ocupado puestos en la Guardia Real, en el Cuarto Militar y en la Unidad de Protocolo. Su último destino ha sido en la Secretaría de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias. Mediante el Real Decreto 545/2014, de 25 de junio, fue nombrado jefe de la Secretaría de Su Majestad la Reina.

El halcón y la columna está compuesta por tres piezas en torno cada una de ellas a uno de los tres primeros señores de Belalcázar: Gutierre de Sotomayor, cuyo innoble acceso al poder se cuenta en un flash-back a partir de su propio funeral; Alonso de Sotomayor, soberbio y ambicioso, casado con Elvira de Zúñiga tan solo para hacerla desgraciada, y Juan de Sotomayor, llamado a la vida contemplativa con el nombre de fray Juan de la Puebla.

La historia pasea al espectador por el siglo XV y por una historia llena de conflictos, luchas territoriales e intereses, y se representa en un espacio único, el patio de la Huerta del convento de Santa Clara de la Columna. Y es que la obra teatral de Francisco Benítez, con un lenguaje bello, elegante y armonioso, ha encontrado su marco perfecto de realización junto a la sorprendente galería porticada gótico-mudéjar del monumento, donde reposan en la realidad los restos mortales de los personajes protagonistas de esta ficción real, entre ellos el primer conde de Belalcázar.

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