Veredas livianas

Noelia Santos

nsgemez@eldiadecordoba.com

"Os morís de hambre"

El turista 'explicaor' es el que viene a Andalucía para decirnos que qué bonito lo tenemos todo

El término mansplaining está bastante consolidado por estar muy presente en esta nuestra sociedad heteropatriarcal. Viene a significar que un tío le explique a una tía una cosa, con tono paternalista y condescendiente, sobre cualquier tema (cualquier tema). El otro día, comiendo en un bar de una ciudad andaluza que podría ser cualquier ciudad andaluza, se me ocurrió otro término que tiene algo que ver: touristplaining.

El turista explicaor es el que viene a Andalucía (y solo a Andalucía, a otros sitios no nos vale) para decirnos que qué bonito lo tenemos todo, que hay que ver qué historia, qué piedras, qué cosa, pero que no nos flipemos. Que aquí el turismo es piedra angular económica porque ellos vienen, no porque nosotros tengamos un patrimonio cultural y natural que ellos ansían cuando los domingos se tienen que quedar en casa porque hace tela de frío.

En el bar citado anteriormente una familia enorme, enorme únicamente porque eran muchísimos, se colocó alrededor de la mesa en la que estaba comiendo, hubo alguno incluso que se sentó al lado, apoyando su Cruzcampo (esto a lo mejor también lo ansían, vete a saber), para esperar su enorme mesa, que digo yo qué van a esperar si ya habían colonizado la mía. Con tamaña educación fueron instados a esperar su enorme mesa poniendo sus enseres lejos de mi solomillo al whisky, por favor. Esto no gustó a la familia norteña (mismo), que vio en mi petición una afrenta que, lo juro, nada tenía que ver con la realidad.

Una miembro de esta gran familia ("gran" únicamente porque eran muchísimos), molesta por la tamaña educación, se puso la capa de turista explicaora y ahí ya no hubo quien la parara. "Si no fuera por nosotros os morís de hambre", "Porque mira los ERE", "¿Qué es la Torre del Oro? Ladrillos, ladrillos nada más". El ataque de risa, por supuesto, fue inevitable; la batalla, la verdad, también.

Que los andaluces vivimos en gran parte del turismo es algo que nadie ha negado en la vida, pero también tenemos ganas de vivir del buen turismo y no del magnánimo y envidioso norteño (mismo) que cobra sentido en el término touristplaining para ir al bar más barato de la ciudad que visita y no gastarse dos duros. Que al final escarbando en este tipo de gente lo único que encuentras, más que turistas explicaores, es una andaluzfobia de manual de la que pueden hacer gala, por favor, fuera de aquí.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios