Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
Una oportunidad en Bolsa para las empresas andaluzas
Con el nuevo año empieza a funcionar Token City Exchange (TCE), la bolsa de valores española con tecnología blockchain, que permite emitir, negociar y liquidar valores de acciones y deuda. Ha sido complejo de montar, pero el funcionamiento es sencillo: las empresas piden acceso, aportan online la documentación, una vez aceptada se genera un contrato virtual, un monedero, y claves, y ya se pueden emitir acciones y títulos de deuda; los clientes acceden solicitando acceso a la comunidad para comprar y vender, todo en euros digitales que proporciona el propio sistema, aunque los títulos son reales, no tokenizados. Tras un tiempo de pruebas el sistema se ha certificado como seguro por la CNMV, las operaciones se liquidan con bloqueo instantáneo de dinero y títulos, y se registran en el libro electrónico de órdenes; es fácil, económico, y pensado para potenciar empresas relativamente pequeñas. Resulta difícil exagerar las ventajas que supone cotizar para una empresa, pues por enojoso que sea obligarse a un cumplimiento y a una transparencia, permite capitalizar de forma prácticamente ilimitada, genera confianza y da fuerza de marca.
Dos ideas podemos añadir. Una, que en Andalucía tenemos poco más de una docena de cotizadas, además de Unicaja e Insur, Cox, Ezentis, Secuoya, Bio Assets, Res Gestae, Maq, AGP, Nortem, Solvento, Alfil, General de Galerías, y alguna otra, lo que no se corresponde desde luego con una comunidad que en extensión, población y producto es casi un país. Hay aquí un campo para que desde el Gobierno autonómico se apoye a las empresas para su incorporación al TCE, y de esta forma alcanzar el tamaño empresarial de que tanto hablamos y que es muy difícil sin el mercados de capitales. Segundo, esta bolsa de valores coincide con la propuesta legislativa de la Comisión Europea del jueves día 4, sobre integración y supervisión de los mercados de capitales europeos; precisamente, la vicepresidenta Teresa Ribera defendía en un artículo en FT una regulación que facilita la incorporación de empresas, propicia la transparencia y protección de inversores, promueve la innovación digital y reduce carga administrativa, abre bolsas como TCE al mercado internacional, y todo ello sin renunciar a los principios que concreta el Parlamento en su legislación sobre buenas prácticas en los mercados; de esta forma, iniciativas por mercados eficientes y seguros se contraponen a la desregulación que otros quieren imponer, cuyas consecuencias en fraudes y ruina vemos con demasiada frecuencia.
También te puede interesar
Lo último
Crónica personal
Pilar Cernuda
¿Todos los socialistas son sanchistas?
El habitante
Ricardo Vera
¿Constituqué?
Cambio de sentido
Carmen Camacho
Te quiero
Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Repetir elecciones