Cultura

Esencias de Río y doble dosis de rock cordobés

El Concierto popular do Río del brasileño Sergio Assad sonó ayer por primera vez en Europa (en un Gran Teatro que no se llenó) en la guitarra de Pablo Villegas y con la Orquesta de Córdoba, dirigida por Juan Luis Pérez. Por cuarto año consecutivo el festival encarga a un compositor la realización de una obra con objeto de celebrar su estreno, si bien en esta ocasión el primer pase se produjo el pasado 26 de junio en Oklahoma, ya que el encargo ha sido realizado conjuntamente con la Guitar Foundation of America. Obras de Milhaud y Rodrigo completaron el repertorio de esta primera cita del programa de espectáculos, que en su jornada inicial incluyó también un encuentro rockero en el Teatro de la Axerquía con Corazones Estrangulados y El Hombre Gancho.

Assad exprime esencias de Río de Janeiro en una composición que conecta en cada uno de sus movimientos con lugares específicos y emblemáticos de la ciudad. El primero está inspirado en el barrio de Lapa, "un lugar bohemio", en palabras del compositor, "de intensa vida nocturna y un importante bastión del choro, género instrumental que nació en Río de Janeiro a mediados del siglo XIX". El segundo movimiento llevó al público al barrio de Urca, un espacio de clase media-alta que constituye casi un oasis en la ajetreada vida de la ciudad. El tercero está centrado en Mangueira, un barrio pobre que fue el primer reducto del carnaval de Río, muy vinculado históricamente a la samba.

Después del Concierto de Córdoba de Tomás Marco, Senda sur de David del Puerto y Rosa del Alcázar de Juan de Dios García Aguilera, el concierto de Assad supone una nueva aportación al repertorio para guitarra y orquesta estimulada por el festival cordobés. Assad, por otra parte, está muy vinculado a este encuentro, en el que ha participado como artista en diversas ocasiones, tanto en solitario como formando pareja con su hermano Odair.

Muy distinto fue el sonido guitarrístico que pudieron escuchar los asistentes al concierto del Teatro de la Axerquía, que supuso el reencuentro de Corazones Estrangulados y El Hombre Gancho con muchos aficionados (las dos bandas han actuado en la ciudad tras su regreso, pero en salas con aforo reducido). Velada rockera con dos formaciones que llegaron a alcanzar resonancia en el panorama musical nacional pero a las que, como a tantas otras, les llegó el momento de la separación. Entre señales de comunicación, extraños acompañantes, corazones incontrolables e idiotas preferidos se desarrolló la primera velada al aire libre de esta edición.

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