Ayala descansa bajo un limonero
La viuda del escritor granadino, Carolyn Richmond, deposita sus cenizas bajo un limonero en la sede de la fundación que lleva su nombre · Richmond, nombrada presidenta de honor del organismo


Las cenizas de Francisco Ayala reposan ya bajo un limonero del palacete Alcázar Genil de Granada, sede de la fundación que lleva su nombre y que renovó ayer, al cumplirse un mes de la muerte del escritor granadino, el compromiso de perpetuar su legado en un acto al que asistió su viuda, Carolyn Richmond.
Este emotivo acto en memoria del escritor, el primero celebrado en su ciudad natal desde su fallecimiento el pasado 3 de noviembre en Madrid, estuvo precedido de una reunión del Patronato de la Fundación Francisco Ayala en la que fueron aprobados el presupuesto para 2010 -265.100 euros-, la programación y el nombramiento de Richmond como presidenta de honor de este organismo, cargo que ocupó su marido.
Francisco mi marido, Ayala el escritor es el título del texto que leyó Richmond durante la ceremonia, en la que aludió a "la compenetración y fina complicidad" de la que llegó a gozar la relación de ambos y que "en este momento de profundo duelo" echa "terriblemente de menos".
"Ojalá en un futuro no demasiado lejano y mediante la magia de la palabra escrita llegue a recrear esa complicidad, uniendo así de una vez y para siempre mi propio Francisco con mi Ayala personal", concluyó Richmond, que repasó momentos y anécdotas de su marido, al que empezó tratando como "profesor Ayala" hasta que aprendió, en 1976, a dirigirse a él como "tú".
Para su mujer, que dice haber mantenido con él una relación "privilegiada y sumamente compleja" durante más de 33 años, Ayala "era, es y será siempre el nombre del escritor, la muy respetada, admirada y hasta temida figura pública cuyo nombre figuraba en portadas de libros y su firma en artículos de prensa".
El acto incluyó la lectura de un fragmento de El turista dormido y el final de Diálogo de los muertos, así como la interpretación de una suite de Bach para violonchelo.
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