Cuando el calor aprieta, cualquier bebida refrescante vale para sentirse mejor y darle un respiro al cuerpo, pero qué mejor que además esa bebida sea beneficiosa para la salud. De esta manera, el zumo de tomate se convierte en un buen aliado para combatir la acidez tras las comidas, y la vitamina A propia del tomate es beneficiosa para la piel y la vista. Es por lo tanto un gran antioxidante, además de digestivo, todo ello con un aporte calórico muy escaso.

Si lo que se quiere es eliminar líquidos retenidos, propio de estaciones de mucho calor, el zumo de piña es la bebida ideal. Permite diregir mejor los alimentos, sentirse lleno más rápidamente, y así eliminar los efectos de una digestión pesada, como gases o pesadez de estómago. Eso sí, tiene que ser un zumo a base de fruta fresca, no vale el típico envasado, pues de lo contrario se pierden sus propiedades naturales.

También muy diurético es el té verde, aunque tomar una bebida caliente no es lo más agradable es periodos estivales, por lo que se puede adaptar, y meter una jarra en la nevera para tomarlo bien helado. El té verde es especialmente rico en antioxidantes, incluso más potentes que los de las frutas y verduras: una taza de té verde contiene mayor actividad antioxidante que una porción de brócoli, espinacas, zanahorias o fresas. Además, reduce la acumulación de grasa en el hígado.

Una propuesta algo más tropical, la leche de coco. Sola o acompañando a postres o batidos, de esta bebida destaca su cualidad remineralizante, pues contiene una baja cantidad de hidratos de carbono y proteínas, y es muy rico en sales minerales que participan en la mineralización de los huesos (magnesio, fósforo y calcio).

De textura similar a la leche de coco, la horchata es sin duda una de las reina del verano. Digestiva, contiene más hierro y magnesio que la leche, y aporta fósforo y potasio en cantidades significativas. Además, contribuye a la reducción de colesterol y a aligerar la digestión. Comparte su trono de bebida estival con la limonada, muy recomendable para los cálculos renales, por los cítricos, y el limón en concreto combate la sudoración gracias a sus minerales. Pero si la limonada y la horchata no son suficientes, siempre se pueden unir en un combinado llamado 'Blanco y negro', que une las dos bebidas. Doblemente refrescantes y saludables.