Para finalizar la Feria de Córdoba, una de churros

Mayo Festivo

Antonio Jesús Jiménez es la cuarta generación de feriantes al frente de una churrería: "Soy feriante de cuna. Es lo que me gustaría seguir siendo y seguiré"

Caseta de la costura: un arreglo a las flamencas por una buena causa en plena Feria de Córdoba

Antonio Jesús Jiménez en la churrería
Antonio Jesús Jiménez en la churrería / Juan Ayala

Córdoba/Como guinda a un día de feria, es casi obligatorio pasar por la churrería. Sea tarde, noche o madrugada, los churros con chocolate no fallan. Sentarse en una mesa con este manjar, con la feria y una tertulia sobre la jornada de fondo ha sido una escena muy repetida por los cordobeses durante esta semana.

Antonio Jesús Jiménez nació entre las paredes de la churrería chocolatería Nazaret. Es la cuarta generación de feriantes de su familia que se dedica a llevar los mejores productos por la comunidad andaluza. El negocio se creó en Osuna, en la provincia de Sevilla, y con esta son veinticinco o treinta ferias. "Nosotros empezamos a abrir a las cuatro, cuatro y media de la tarde, empezando a preparar y organizar. El servicio empieza sobre las seis. Hay días que el horario ha sido hasta las cuatro de la mañana, en el fin de semana y festivo terminamos a las seis".

Muchas son las anecdotas que se lleva como souvenir este feriante, además de amigos y vínculos que pasan de año en año y, por supuesto, conocer mundo. Un oficio que necesita de vocación, porque tiene su singularidad y condiciona mucho la vida de quienes lo ejercen: "Todo es entenderlo y que te guste, como cualquier trabajo. No tiene otra. Te quita de mucho, hay momentos que quieres estar con tu familia y no puedes, hay momentos que quieres estar con tus hijos y no puedes. Cuando acaba la campaña, uno se dedica a disfrutar de ellos".

Churrería en la feria
Churrería en la feria / Juan Ayala

La campaña de este tipo de feriantes empieza a primeros de abril, después justo de Semana Santa, y termina para octubre. En el recorrido de Antonio Jesús entran diferentes fiestas: "Pisamos casi todas las provincias; yo, por ejemplo, no piso Almería, está demasiado alto, pero sí Granada, Sevilla, Málaga, Cádiz...".

Como él, otros trabajadores han vivido de feria en feria desde muy temprana edad, pero ¿le gustaría que sus hijos cogieran su relevo? "Eso es gusto de cada padre, lo poco que puede luchar por algo es que el día de mañana se quede su familia luchando por ello, es una ilusión que cada padre de la feria lo tiene. En mi caso, desde niño es lo que me ha gustado, soy feriante de cuna. Es lo que me gustaría seguir siendo y seguiré. Mis hijos creo que si les inculcas eso... a pesar de ser duro es una vida que si estás en ella, la entiendes, y si la entiendes, te debe de gustar", explica. "Lo que no lleva bien uno es abrir temprano cuando no hay apenas público", añade.

Antonio Jesús Jiménez en su churrería
Antonio Jesús Jiménez en su churrería / Juan Ayala

Jiménez explica que tiene 33 años y lleva "desde niño durmiendo en un saco de harina debajo del mostrador, muy contento. Y la necesidad te obliga a aprender. Cuando necesitas de una avería o algo, pues resulta que la gente está de fiesta, los talleres están cerrados. La misma obligación te hace aprender".

Churros de rueda, de patata, rellenos de cremas famosas y populares, gofres, buñuelos, chocolate, incluso refrescos, son los artículos que demandan los cordobeses a cualquier hora del día. Al ser uno de los últimos puestos del recinto, muchos usuarios esperan a ese momento para deleitarse con este manjar.

Este puestó llegó el día 20 de mayo, unos días antes de la inauguración de la Feria de Córdoba 2025, y este domingo por la mañana desmontarán para prepararse para su siguiente parada, haciendo de los churros un indispensable para cada feria.

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