Los aficionados del Córdoba ya han comenzado la cuenta atrás para el masivo desplazamiento a Barcelona, una marea blanquiverde que llevará hasta la capital catalana a más de 2.000 seguidores cordobesistas en una cita histórica. Los más de 40 años de espera desde la última visita al Nou Camp han alimentado el deseo de cientos de seguidores de acompañar a su equipo en el encuentro de vuelta de los octavos de final, un movimiento de masas que arrancará esta noche desde diversos puntos de la capital y la provincia con la salida de los cerca de 30 autocares que partirán hacia la Ciudad Condal.

Ayer por la tarde se pusieron a la venta las entradas en la tienda oficial del estadio, donde los seguidores con viaje reservado pudieron sacar las localidades que el Barcelona ha cedido para el encuentro de mañana. El hecho de que el montante sólo ascendiera a 44 euros (35 del viaje y 9 de la entrada) hizo que incluso desde antes de que conociera la fecha definitiva del encuentro el cordobesismo empezara a movilizarse para un choque que para la mayoría de aficionados actuales sólo había sido una fantasía.

Y todo sin ningún control o apoyo organizativo del club, que se ha desentendido del desplazamiento de sus aficionados a Barcelona. Fuentes peñísticas señalan que en las últimas semanas se pusieron en contacto con la directiva solicitando ayuda, "pero nos dijeron que pensaban que no iba a ir nadie, al estar la eliminatoria resuelta y siendo un día entre semana". Esa falta de referencia desde el propio CCF ha provocado que el desplazamiento de seguidores sea "un pequeño caos", ya que no ha tenido una organización centralizada y cada colectivo ha hecho sus planes de forma individual.

De hecho, el club sólo tenía previsto el lanzamiento de un AVE privado en el que en principio iba a desplazarse la plantilla, la directiva y un grupo de unos 200 aficionados. Pero finalmente no se pudo fletar el tren, con lo que la entidad se desentendió de cualquier organización.

"¿Cuántos autocares saldrán? Ésa es la pregunta del millón", dijo ayer en los micrófonos de Canal Sur Radio Jesús Gallardo, presidente de la Agrupación de Peñas Cordobesistas, incapaz de dar una cifra. La propia Agrupación ha fletado viajes, pero también otras peñas como las Brigadas Blanquiverdes o Incondicionales, por citar sólo a los dos grupos de animación que ocupan los fondos en El Arcángel. Los Amigos del Bar Diego despedirán esta noche a 150 seguidores desde su sede en el barrio de Miralbaida, y agencias como Viajes Halcón, Mezquita Viajes o Palmasur han organizado sus desplazamientos de forma privada. Esa dispersión provocará que la caravana de aficionados cordobesistas salga esta noche desde puntos diversos como la explanada de El Arenal, en las propias taquillas del estadio o los aledaños del hotel AC Córdoba Palacio. Aunque cada uno lo hará por su cuenta, los colectivos tienen prevista la salida en torno a las 23:00, para hacer noche en ruta y llegar a Barcelona por la mañana, para poder disfrutar de la ciudad y hacer turismo antes de marchar hacia el Nou Camp.

Ahí la ausencia de organización también puede provocar algún problema. La falta de control por parte del club sobre los aficionados desplazados hasta Barcelona ha hecho que la propia Agrupación de Peñas o, en su caso, la Peña Sangre Blanquiverde, hayan sido las encargadas de gestionar con los Mossos d'Escuadra el dispositivo de seguridad que rodeará a los seguidores una vez que lleguen a la capital catalana. Tanto es así que, en principio, no estaba previsto ni el espacio en el que debían estacionar los autocares una vez llegados a Barcelona, lo que podía provocar un serio problema para una caravana de cerca de 30 vehículos. Finalmente, se cerró que los autobuses aparcaran en el espacio habilitado al efecto en las inmediaciones del Nou Camp, de donde saldrán nada más terminar el encuentro para volver a meterse entre pecho y espalda los algo más de 900 kilómetros que separan las dos ciudades. Está previsto que los seguidores estén de vuelta el viernes por la mañana, después de unas horas intensas y de un partido que quedará para siempre en sus memorias.