El Ángel Ximénez-Avia firmó un partido para olvidar ante el Guadalajara y cedió una clara derrota (20-31), en un choque marcado por los errores y las imprecisiones de los locales, que se toparon ante el buen hacer de los jugadores de César Montes, y sobre todo, ante la soberbia actuación del veterano Jota Hombrados, que ofreció un magnífico recital de paradas y acabó recibiendo la ovación de la afición pontanesa.

Ya desde el principio se vio que el equipo pontanés no iba a tener su día. El conjunto alcarreño, con un sólido 6:0 defensivo, ahogaba el ataque estático de los locales dificultando la circulación de balón en la primera línea, lo que se traducía en errores en los pases y una mala selección de lanzamiento, lo que propiciaba las transiciones rápidas de los visitantes, que en un abrir y cerrar de ojos se pusieron con un 2-5 favorable que obligó a Julián Ruiz a parar el partido. El técnico cántabro del Ángel Ximénez trató de buscar soluciones en el banquillo, pero Hombrados se mantenía firme atrás minando la moral de los jugadores locales, que veían como el central Chema Márquez y el pivote Javi García estiraban la renta hasta un 4-10 pasado el ecuador del primer acto.

El gran acierto de José Javier Hombrados en la portería visitante resultó determinante

El Ángel Ximénez trató de reaccionar a base de orgullo y coraje, ante la falta de juego fluido. Dos goles de Juanlu Moyano sirvieron para reducir las diferencias, un estirón que coincidió con las rotaciones en el conjunto alcarreño y que sirvió a los pontanenses para creer en una remontada. Los de Puente Genil llegaron a estar 9-11 en el tramo final de la primera mitad, pero un nuevo parcial de 0-2 para los visitantes dejó un inquietante 9-13 de camino a los vestuarios.

En la segunda mitad se mantuvo la tónica de los primeros 30 minutos. El Ángel Ximénez ni carburaba en ataque ni ajustaba su defensa, dando demasiadas facilidades a un rival que jugaba muy cómodo, a base de defensa y contraataque como principales armas, bien liderado por el central Víctor Vigo y el propio Márquez. Para colmo de males, Julián Ruiz vio como el central Juan Castro tenía que abandonar la pista por culpa de una lesión muscular, lo que dejó el partido más cuesta arriba si cabe para los pontanenses.

En los últimos instantes, el partido, ya sin aliciente, se convirtió en un intercambio de goles entre ambos equipos, aunque el veterano Hombrados no bajó su nivel con más de una veintena de paradas como bagaje, una actuación que acabó desquiciando al Ximénez, que con esta inesperada derrota sufre un severo toque de atención, justo después de haber conseguido una valiosa victoria la semana pasada en Santander.