El fútbol es un reflejo de la sociedad. El altavoz balompédico señala las virtudes y los vicios de nuestro mundo. La Liga disfruta de los dos mejores futbolistas del mundo, puede que incluso los dos mejores de la historia. Y eso la hace distinta, brillante, sorprendente en cada jornada. Pero también está partida en dos sin solución de enmienda. Como la sociedad que ha parido la crisis, la clase media se ha ido a la porra, así, de un día para otro. Están los poderosos y los menesterosos, como en el Antiguo Régimen. Urge el decreto ley que ponga orden en el reparto de los derechos televisivos si no queremos una vuelta al Ancien Regime, usando el aristocrático francés. Pero hasta la campaña 16-17 no habrá venta centralizada de los derechos. Le quedan años de penuria a la baja burguesía.

El Real Madrid y el Barcelona siguen siendo los reyes. Al término de la primera vuelta, mandan con un punto de diferencia entre ambos, aunque el equipo de Cristiano Ronaldo se ha proclamado campeón de invierno con un partido menos, el que tiene pendiente en el Santiago Bernabéu frente a uno de los escasos aristócratas, el Sevilla de Bacca. Entre el primero y el sexto, el Villarreal de Marcelino, hay el escaso margen de 10 puntos. Una nimiedad comparada con los 18 puntos del curso pasado entre el Bacelona y la Real Sociedad al término de la primera vuelta. Y en ese estrecho margen se dan codazos el Atlético, el Sevilla y el Valencia. Ítem más, los seis primeros se han agolpado acumulando la mayoría de los puntos del campeonato, de ahí que entre el primero y el cuarto sólo haya 6 puntos, mientras que el año pasado entre el Barcelona y el Athletic Club hubo 14.

Pero donde se hace ostensible el escalón es entre el séptimo, el Málaga, perseguidor pertinaz de los europeos, y el duodécimo, la Real Sociedad. El equipo donostiarra, uno de los que ha intentado paliar sus males cambiando de entrenador (David Moyes por Jagoba Arrasate), es el primero de los implicados en la lucha por evitar el descenso. Y eso que les ha ganado a los tres grandes en Anoeta. Es de los pocos equipos de la clase baja que les ha robado puntos a los de la clase alta. Aun así, es el duodécimo, con 19 escasos puntos, a sólo tres del descenso. De ahí para abajo, cuchilladas por evitar el drama.

Curioso es el caso del Athletic de Bilbao. El curso pasado era el cuarto destacado al final de la primera vuelta, con 36 puntos, y este año está asomado al abismo tras la Real Sociedad con casi la mitad: 19. Tras caer en la Champions como tercero, por lo que jugará la Liga Europa, el equipo de Ernesto Valverde entró en barrena y lleva un punto de los últimos 18 posibles. Y tras los dos vascos, siete equipos con menos de 19 puntos tras la primera vuelta, algo inédito en la historia de la Liga: Córdoba, Getafe, Elche, Deportivo, Almería, Levante y Granada.

Jornada de récords

La jornada decimonovena queda señalada por que Cristiano Ronaldo igualó con Messi, autor de su vigésimo hat-trick, en el récord de 28 goles en la primera vuelta, entre otras marcas. El Real Madrid es el campeón de invierno con peor puntuación de los últimos siete años. Ha tenido que repartir su puntaje con sus inmediatos perseguidores. Y esto ha propiciado que, por ejemplo, Sevilla (con un partido menos, como el Madrid) y Villarreal hayan firmado sus mejores primeras vueltas y que el Málaga haya igualado su mejor registro.

Por abajo, el Getafe ha firmado su peor primera vuelta y el Granada su peor racha de partidos sin ganar en Primera, con 6 puntos de los últimos 45. Esa igualdad por defecto ha permitido al Córdoba, que parecía un colista desahuciado, sacar la cabeza en apenas dos partidos. Así está la Liga, rota entre ricos y pobres.