El Ciudad de Lucena ha comenzado junio con las pilas cargadas y mucho trabajo por hacer. El conjunto celeste regresa este martes a los entrenamientos para empezar a preparar la batalla por el ascenso a Segunda División B que tendrá lugar a mediados de julio en Marbella. Pero antes, y siguiendo los protocolos establecidos por el Gobierno, el Consejo Superior de Deportes y la Federación Española de Fútbol, la plantilla lucentina ha pasado por la Clínica Beiman para someterse a los pertinentes test serológicos del coronavirus.

Los primeros jugadores han pasado en la tarde de este lunes por los doctores para ver si han tenido contagio de la enfermedad en este tiempo; el resto del grupo completará este paso en la mañana del martes, algo obligatorio antes de una vuelta al trabajo fijada ya por la tarde en el estadio Ciudad de Lucena.

Como quiera que aún no se permiten los grupos de más de 15 personas, el plantel celeste se ejercitará en dos grupos de 10 durante toda la semana, aunque el fin de semana Dimas Carrasco tiene previsto dar descanso a sus jugadores. Serán sesiones diarias a las 19:00 y las 20:00 en las que el cuerpo técnico celeste empezará por tomar el pulso físico a sus jugadores tras más de dos meses de parón.

Por delante, seis semanas aún antes de la semifinal que medirá al Ciudad de Lucena con el Xerez DFC por un puesto en la gran final del play off del Grupo X de Tercera División. El otro cruce medirá al líder, el Betis Deportivo, con el Utrera. De los cuatro equipos, uno cogerá el ascensor a la Segunda B una semana más tarde, probablemente el sábado 25. Una fecha que ya tienen grabada a fuego los lucentinos, que sueñan con devolver la gloria a una ciudad que ha tenido que reinventarse, pero ya vuelve a disfrutar con el fútbol de los suyos.