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Un partido para la historia El Córdoba busca en Vigo el punto que le dé el billete para el 'play off' ante un Celta al que le basta un empate para ascender Cautela Ambos esconden sus alineaciones titulares

El brasileño Charles sonríe durante una sesión de entrenamiento en El Arcángel, con David Prieto y Cerra detrás.
El brasileño Charles sonríe durante una sesión de entrenamiento en El Arcángel, con David Prieto y Cerra detrás.
Francisco Merino / Córdoba

03 de junio 2012 - 05:02

En Vigo ya tienen las botellas de cava metidas en el congelador, preparadas para que cualquiera capaz de mantener un mínimo de compostura las descorche y desate el desparrame festivo por el ascenso a Primera. En Córdoba, el personal se arremolinará esta tarde alrededor de los televisores en peñas y bares para seguir el que se ha etiquetado -como otros antes y algunos más, seguro, después- como el partido más importante de los últimos 40 años.

Un punto les sirve a los gallegos para certificar el éxito que llevan buscando cinco años, justo desde el día en se zambulleron de nuevo en la Segunda División ante un recién llegado de Segunda B, un Córdoba convulso y desatado que tenía al frente a un joven técnico llamado Paco Jémez. Era agosto de 2007. Desde entonces, en Balaídos sólo se ha vivido una película: la búsqueda del regreso a la élite. Con más o menos dinero, con más o menos suerte, con más o menos diligencia en la directiva, con más o menos acierto en los fichajes, con más o menos aprecio de sus seguidores... el caso es que el Celta ha sido un grande degradado que ha vivido angustiado por volver a serlo. Hoy, por fin, puede conseguir el billete que le da un sitio en la élite. Le falta sumar un punto.

También un punto necesita el Córdoba para homologar un sueño: la disputa de un play off por ascender a Primera División, un cielo que no toca desde hace 40 años. Lo que le ha pasado al Córdoba en el último lustro ha sido un cuento de terror: ha cambiado de dueño, de presidente tres veces, de entrenador unas cuantas más y de jugadores... para qué hablar. Un puñado de salvaciones en las últimas jornadas celebradas como si fueran la Champions y un buen catálogo de promesas frustradas es lo que puede presentar el Córdoba hasta este curso. El campeonato 11-12 ha supuesto una ruptura radical con el pasado. El equipo ha batido todos sus récords deportivos en cuatro décadas y acaricia la posibilidad de pelear por ascender. Un sueño que parecía increíble. Y para lograrlo sólo le hace falta un punto.

¿Va a terminar el Celta-Córdoba en empate? Los rumores e insinuaciones han sido la comidilla durante toda la semana, algo ante lo que los protagonistas han reaccionado con una inicial indignación -"Que no se ponga en duda nuestra profesionalidad", dijo Paco Jémez- hasta unas últimas muestras de ironía. "Buscaremos el resultado que más nos interese, eso no es ilegal", argumentó el técnico cordobesista en una de sus últimas comparecencias ante los medios.

En el campo habrá cambios. Quiénes y cuántos, es una incógnita. Parece claro, porque lo han dicho los técnicos y resulta lógico, que nadie se va a tomar el duelo como una oportunidad para hacer experimentos ni para correr riesgos en ataque. Ninguno necesita demostrar nada más de lo que ha hecho en las 41 jornadas anteriores. Los dos atraviesan un momento fantástico. El Córdoba ha sacado 13 puntos de los últimos 18 en juego, con una sola derrota y un empate. El Celta, por su parte, ha hecho un pleno. En las últimas 13 jornadas en su estadio, el equipo de Paco Herrera ha vencido en todos los partidos excepto en uno: le doblegó su gran enemigo, el Deportivo de La Coruña, que ya ascendió la semana pasada. Las últimas citas las ha resuelto con rotundas goleadas.

Ayer realizaron los hombres de Paco su última sesión de entrenamiento, a puerta cerrada. Fue un ensayo corto, donde hubo buen ambiente y bromas para rebajar la inevitable tensión que generan los partidos decisivos. Hoy vuelan hacia Vigo, en un charter fletado por el club, los miembros de una expedición en la que hay veinte futbolistas. Se quedan David Prieto, Juan Quero, Cristian García y Jaime Astrain, además de Javi Hervás. El canterano volvió a sentir molestias y ni siquiera se ejercitó junto a sus compañeros. Estará para salir cuando haga falta.

Puede ser una tarde para tipos curtidos, capaces de manejar la situación con los pies y con la cabeza. Eso se prevé, claro. Pero ni el Celta ni el Córdoba pueden evitar un pellizco en el estómago. Todo el mundo habla de equis fija. Celta y Córdoba firmarían ahora mismo ese marcador final, pero quedan noventa minutos por delante. Habrá que disputarlos y que pase lo que tenga que pasar... con el lenguaje del fútbol.

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