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El eterno proyecto

  • La cantera ocupa el primer plano de las exigencias de la afición, ansiosa por nuevos referentes · El club apuesta por profesionalizar el fútbol base y mejorar las instalaciones

Bojan, Messi, Torres, Raúl, Navas... Javi Flores. Son ejemplos de jugadores que siempre responden cuando sus equipos más lo necesitan. Si salvamos las enormes diferencias que separan a estos nombres, pocos de tantos que existen en el fútbol español, su nexo indisoluble es que saben de dónde vienen y hasta dónde quieren llegar. Ejemplos para todos esos chavales a los que les da por pegarle patadas al balón y soñar con triunfar en su equipo de toda la vida. Pero formar estrellas del futuro no es tarea fácil para los clubes. Aunque lo básico y fundamental sea contar con el entrenador adecuado que tenga la confianza y valentía de apostar por ese jugador de la cantera, son múltiples los factores que inciden en la aparición de ese jugador generacional que toda afición desea.

La cantera cordobesista es fiel reflejo de ello. El deseado Javi Flores sigue quemando etapas en su recuperación para poder debutar con el primer equipo… en Segunda División. Es el último de una escasa hornada de jugadores cordobeses que en muchas ocasiones tienen que dejar su ciudad para intentar triunfar.

En estos momentos, en los que por “honestidad” el club blanquiverde ha decidido no realizar fichajes en el mercado invernal, la cantera vuelve a ocupar el primer plano de las exigencias de la afición cordobesista. Pero, ¿hasta que punto están preparados los jugadores de las categorías inferiores para dar el salto al primer equipo?

Desde la Fundación CCF, que engloba todo lo que concierne a la cantera, se apuesta por profesionalizar las estructuras en las categorías inferiores para que el jugador llegue lo mejor preparado a su “oportunidad”. Para el ex futbolista y gerente de la entidad blanquiverde, Fernando Sánchez Corpas, Nandi, es necesaria la “confianza del entrenador para que el chaval de la cantera triunfe, y que luego ellos den lo mejor de sí”.

Quizás no sea el momento de tirar de los más jóvenes ante la “delicada” situación del primer equipo en liga. Nandi entiende que el míster blanquiverde “no se la juegue con los chavales y apueste por la experiencia para sacar estos momentos adelante”. A veces es más rentable “apostar por el dicho más vale malo conocido, que bueno por conocer”, apunta.

No obstante, el Córdoba “es partidario de que todos los años haya 3 o 4 jugadores de la cantera, cordobeses, en el primer equipo”. Bien es cierto que la experiencia de años anteriores “demuestra que muchas incorporaciones no han mejorado lo que hay en la cantera”, por lo que es fundamental “dedicar todos nuestros esfuerzos a potenciar el fútbol base en todos los aspectos”.

Cerca de 460 chavales de entre 4 y 18 años se encuentran en este momento bajo el amparo de la Fundación. El club trabaja en dos parcelas bien diferenciadas. Desde la escuela, hasta infantiles y desde cadetes, hasta el Córdoba B. “Es necesario dar continuidad al trabajo, ya que hacía mucho tiempo que no se daba estabilidad a las categorías inferiores”, reconoce Nandi. 

Como primera medida se ha reforzado la parcela técnica, en la que “prácticamente todos los entrenadores son titulados, algo que es muy difícil de encontrar”. Además, sobre todo en la edad de cadetes y juveniles, “se intenta mantener a muchos jugadores que, tentados por otros equipos –caso de Barcelona, Madrid o Villarreal, entre otros–, prefieren probar suerte fuera del Córdoba”. Una oportunidad que en muchas ocasiones “no resulta como desean y luego el chaval vuelve tan hundido que casi es irrecuperable para el fútbol”. La Fundación entiende que es necesario formar a los jóvenes para que sepan enfrentarse a todo lo que supone el fútbol, tanto en los éxitos como en los fracasos. “La labor educativa es importante”, insiste Nandi. Desde la entidad blanquiverde se conceden becas a casi una decena de chavales, “tanto de manutención como de alojamiento, en función de sus méritos académicos”. Se hace un seguimiento exhaustivo de los resultados educativos de los chavales y  “sin desigualdad, ni discriminación, se conceden estas ayudas”. Muchos factores inciden en la formación y creación de la perla de la cantera que todos los clubes anhelan y en lo que trabajan, con más o menos recursos. Sin embargo, todos estos esfuerzos no garantizan el éxito del “modelo canterano”.

Sin “estrellas” en la recámara, el club reconoce que los chavales cambian mucho y que es difícil encontrar un jugador que despunte. El último en llegar a la élite blanquiverde, Javi Flores,  no es “el mejor ni el peor canterano que hemos tenido, pero es el único que está”. No obstante, desde el club se confía en que “el nuevo impulso continuista que se está llevando a cabo dé sus frutos a corto plazo”.

La mejora de las instalaciones y sobre todo la unión de todos los equipos de categorías inferiores “bajo el sentimiento cordobesista” son proyectos que pueden hacer que en El Arcángel se pueda disfrutar con un Bojan, un Torres, un Raúl… o con otro Javi Flores. No estaría mal.

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