Pepe Díaz salió ayer al encuentro de los micrófonos con la barba perfilada y la lengua afilada. El delantero cordobés había sido citado por la prensa al volver a estar disponible tras cumplir su sanción, pero el partido del domingo (17:00) ante el Villarreal B no acaparó la atención. Aún coleaban, y mucho, los cuatro puyazos del Alcorcón. El de Almodóvar lo pasó realmente mal en la Tribuna de El Arcángel.

¿Qué le parece que el filial haya perdido siete de los ocho últimos partidos? "No lo sabía. Yo sé cómo está mi equipo, con muchas ganas tras el partido contra el Alcorcón, en el que sufrimos mucho. Tenemos muchas ganas de que llegue el domingo y que el Villarreal B pague los platos rotos. Y sobre todo, después de la derrota que tuvimos allí el año pasado, que fue dolorosa", soltó Pepe. Y enseguida pasó de aquel 4-0 a este 1-4.

Porque la actitud de la afición el pasado domingo le escoció: "No, no lo entiendo. El equipo ganó el día del Nàstic y nos fuimos todos al centro del campo a aplaudir al público. Ésa tiene que ser la sensación. Tuvimos un partido malo, y no se puede tirar todo el optimismo que había el día del Nàstic por un fallo que hayas tenido. Más que sufrimos nosotros dentro del campo... Yo también entiendo a la gente, pero deben comprender que al final del partido nosotros sufrimos mucho por el trato que recibimos. Lo que tenemos que hacer es cambiar esa inercia ganándole al Villarreal y ganándole aquí al Granada. Lo que no sería justo es olvidar lo sucedido con el Alcorcón, porque si le ganamos al Granada no somos los mejores. Y después de lo que pasó el otro día, que para mí fue... Que la gente coree olés en contra tuya... Yo me quería morir; imagínate el que jugó. Fue un poco duro, pero bueno. En nuestra mano está darle la vuelta a eso, lo que nosotros vivimos del día a día. Y eso no va a restar, sino tocarnos el orgullo para decir aquí estamos. Sabemos la situación en la que está la entidad, y ahora mismo somos el único estandarte que tiene el club. Y eso la gente no lo sabe llevar, porque ahora mismo, de puertas para dentro, el Córdoba son los jugadores".

Díaz fue mucho más allá en su desahogo público: "El hecho de no cobrar, el hecho de tanta incertidumbre, el hecho de que tanto se especule con la Ley Concursal, el hecho de que la situación económica no ya a nivel del fútbol, sino de todas las personas, esté complicada... Eso hace que en vez de unirnos más, cada uno tire por su lado. Eso es muy duro. Porque nosotros estamos dando el máximo dentro de la situación en la que estamos para que el otro día en un partido malo, en el que el equipo lo dio todo, la gente se nos vuelva en contra sabiendo que lo único que tiene el Córdoba ahora mismo es la afición y los jugadores. Si nosotros no estamos unidos, es un poco duro. Nosotros estamos dejándonos todo ahí defendiendo esta camiseta, con gente pasándolo bastante mal, para que encima de todo nos partan la cara en nuestra casa".

Para acabar, se refirió al efecto pernicioso de hablar del play off: "La gente siempre aspira a más, y más sabiendo cómo somos aquí en Córdoba. Nosotros siempre hemos tenido los pies en el suelo, y lo sabéis, y nuestro único discurso ha sido el tema de la salvación. Y cuanto antes se consiguiera, ya podríamos ponernos otras metas. Nosotros no hemos vendido humo, hemos sido siempre claros. Después de todo lo que ha pasado, de las fallidas compraventas, de la situación económica que tenemos, de todos los rumores que existen, nosotros nos hemos aislado. Demasiado bien estamos. Otros equipos... Fíjate el Tenerife, o equipos de la zona baja que van al día. A nosotros no se nos puede reprochar nada, al contrario. Todo lo que hemos hecho ha sido por defender el escudo. La gente debería plantearse eso y ser realista con la situación en la que está ahora mismo el Córdoba". Directo al corazón.