No pudo ser. El Atlético Espeleño pagó caro sus errores y cayó ante un certero Cabecense que supo hacer su partido para conquistar los tres puntos en juego. Los de Juan Carlos Quero, de este modo, cosecharon su primer revés del curso en el Grupo X de Tercera RFEF tras debutar con una goleada ante el Ceuta B en el Municipal de Espiel. 

De inicio, los de Espiel realizaron cambios en su once inicial para intentar hacer daño a un Cabecense que arrancó el curso con derrota ante el Gerena. El partido se le puso cuesta arriba pronto a los de Juan Carlos Quero. Solo se llevaban seis minutos de juego cuando los locales aprovecharon la falta de contundencia de los cordobeses para poner el 1-0 en el marcador por medio de Gonzaga.

Con el 1-0, los hispalenses dieron un golpe de mando ante un Espeleño desconectado y que no entraba en juego. De hecho, el Cabecense tuvo unos buenos primeros 20 de juego en los que pudo dejar encarrilado el partido. Sin embargo, no estuvieron precisos para hacer más daño a la moral del conjunto de Juan Carlos Quero.

Antes de llegar a la media hora de juego, los de Espiel empiezan a conectarse al choque y antes del descanso pudieron nivelar el pleito. Sin embargo, el palo y la falta de acierto hicieron que el partido se terminase en esta primera mitad con la mínima ventaja de los hispalenses.

Tras el receso, Juan Carlos Quero movió el banquillo y dio más empaque a su ataque con la entrada de Rubén Jurado e Iván Sánchez. Los cordobeses se hicieron con el control del partido ante un Cabecense que esperaba atrás para intentar sentenciar a la contra. Sin grandes ocasiones se llegó a los últimos minutos del partido, en el que un nuevo error de los de Espiel hizo que Diego Román pusiese tierra de por medio y encarrilase el pleito, a pesar de que estaba jugando en inferioridad numérica.

Con el 2-0, los cordobeses siguieron intentándolo y encontraron recompensa en ataque con un gol de Cano cuando pasaban ya tres minutos los 90 reglamentarios. No hubo tiempo para mucho más para un Espeleño que se quedó a cero en Las Cabezas de San Juan por culpa de sus errores.