El Córdoba CF se estrella ante el Cádiz y pierde el paso (1-2)

Derrota de las que duelen. El Córdoba CF hincó la rodilla ante el Cádiz presa de sus groseros errores defensivos y de una alarmante claridad en ataque que dejó patente que esta plantilla no está a día de hoy capacitada para solventar sin resentirse un aluvión de bajas como el que tuvo que soportar Iván Ania esta semana. Tras una primera parte de dominio claro, el CCF se dejó hincar el diente de manera inexplicable por un Cádiz poco ambicioso pero que supo esperar su momento y aprovechar su oportunidad para sacar tres puntos de oro que resucitan a su técnico y devuelven a los amarillos a la zona noble.

Las bajas obligaron a Iván Ania a dibujar un once inicial con solo dos novedades, por la entrada de Pedro Ortiz y Kevin Medina, pero algunas modificaciones más con Jacobo tirado a la banda derecha y Dalisson actuando de mediapunta por pasillos interiores. La idea del técnico asturiano era la de mantener su esencia de juego, pero con la banda izquierda como la encargada de dar profundidad al ataque.

Ya desde el principio quedó patente que al Córdoba CF le iba a costar minar la resistencia del Cádiz. Los amarillos, con un planteamiento notablemente conservador, plantaron alta la línea de presión pero no dudaban en replegarse y formar un bloque sólido en campo propio en cuando el CCF batía la primera línea de resistencia.

Ese entramado defensivo del Cádiz, y el dominio de la pelota del Córdoba, llevaron el partido a una batalla táctica en la que Iker Álvarez tuvo demasiado tiempo el balón en sus pies, tratando de elegir el pase que rompiera la red defensiva de los amarillos. El Córdoba ya dejó muestras de su voluntad por ser incisivo cuando a los tres minutos Pedro Ortiz alcanzó posición de remate y sacó un disparo duro que paró Víctor Aznar.

Pese a esa primera ocasión, a los blanquiverdes les costó encontrar continuidad en su juego. El equipo de Iván Ania echó en falta un canalizador claro del juego que ofreciera soluciones al buen posicionamiento del Cádiz. Sin Carracedo en la derecha, que suele absorber mucho balón, los intentos de percutir de Kevin Medina por la izquierda no fueron suficientes.

Con todo, el balón estuvo toda la primera parte del lado del Córdoba, que a los 15 minutos tuvo al fin una buena conducción finalizada por Isma Ruiz con un disparo que repelió Kovacevic con el cuerpo. Aunque a arreones, el CCF trató de hincar el diente a su rival y Dalisson, jugando por dentro, también lo intentó con un disparo alto camino del minuto 25.

Para tratar de saltarse la presión del Cádiz, el Córdoba empezó a recurrir al balón en largo, saltándose el paso por la medular. Pero ahí cada pelota era una lotería, con Adri Fuentes ganando algunas acciones y la zaga amarilla imponiéndose en otras tantas. La dificultad del Córdoba para tener claridad en el último tercio de la fase ofensiva quedó patente cuando, tras una larga combinación de los blanquiverdes, Álex Martín probó fortuna desde la corona del área con un disparo que no cogió portería.

A pesar de tener el balón de manera descarada y de prácticamente no sufrir por la poca ambición ofensiva del Cádiz, el Córdoba terminó por desesperar a Iván Ania en el último tramo de la primera parte. Ni Pedro Ortiz aparecía por dentro, ni Jacobo ocupaba posiciones de desborde en banda derecha, ni Dalisson encontraba el espacio para girarse y poder conectar con Adri Fuentes. Camino del descanso, y pese a la superioridad del CCF, el partido estaba tal y como lo quería Gaizka Garitano, el técnico del Cádiz.

Agitación tras el descanso

Y más de cara que se iba a poner el duelo para los amarillos nada más comenzar el segundo tiempo. En la primera acción, el Cádiz ganó metros percutiendo por la izquierda y Climent sacó un centro que Sergio Ortuño peinó y que De la Rosa convirtió en el 0-1, ante una zaga contemplativa. El varapalo hizo daño a un Córdoba que se desordenó y que lo pagó caro, pues muy poco después Diakité le ganó la espalda con insultante facilidad a Dalisson para conducir libre de marca y sorprender con un zurdazo que colocó en la escuadra.

Con el 0-2, el Córdoba parecía noqueado, pero se agarró al carácter contestatario que muestra en las peores situaciones y logró reengancharse al partido con un gol de Dalisson tras asistencia de Carlos Isaac. Esa diana metió el partido en una coctelera. Ania retiró a Dalisson y Albarrán para dar entrada a Sergi Guardiola y Alcedo. Y nada más entrar Sergi Guardiola estuvo muy cerca del gol, en una acción brillante que le despejó el meta cadista.

Garitano trató de proteger su medular y metió velocidad en ataque para buscar la sentencia al contragolpe. El Córdoba redobló esfuerzos y se instaló en campo de los amarillos, pero sin claridad para encontrar el camino del gol. En cada acción que pudo, el Cádiz estiró la reanudación del juego y logró enfriar un partido que el CCF pudo empatar en una acción que Obolskii resolvió con gol, pero que fue anulada por una supuesta falta previa de Sergi Guardiola sobre un central cadista. Aunque lo intentó hasta el final, el Córdoba terminó desquiciado y estrellándose ante el Cádiz, perdiendo el paso que había marcado antes de un mes de noviembre horrible.