Córdoba CF - Atlético de Madrid B | La Crónica

El Córdoba CF luce su pegada ante el Atlético B y sigue 'volando' (4-1)

Antonio Casas celebra con rabia su gol en el Córdoba CF - Atlético de Madrid B. Antonio Casas celebra con rabia su gol en el Córdoba CF - Atlético de Madrid B.

Antonio Casas celebra con rabia su gol en el Córdoba CF - Atlético de Madrid B. / Miguel Ángel Salas

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

Tenía que ganar y lo hizo. El Córdoba CF sumó ante el Atlético de Madrid B un triunfo importantísimo que le devuelve a la tercera posición y que le sirve para ganar terreno en una jornada en la que todos los equipos inmersos en la pelea por el ascenso se dejaron puntos atrás. Los blanquiverdes, que jugaban en el último turno, tenían que aprovechar esa mano tendida de sus contrincantes y alejaron cualquier tipo de duda con una exhibición de eficacia ante un filial al que en dos partidos han endosado diez goles. Ahí es nada.

Y eso que no fue el partido más brillante del Córdoba, especialmente en una primera parte en la que los rojiblancos discutieron al equipo de Iván Ania la posesión y, por momentos, llegaron a incomodar mucho a un equipo que tardó en arrancar y que incluso concedió un gol tonto, pero que cuando se sobrepuso no tuvo ya misericordia alguna ante la bisoñez del filial. El CCF fue práctico por momentos, explotó las debilidades del rival y, cuando el partido ya se le puso muy a favor, no dudó lo más mínimo en acelerar las acciones para evitar cualquier apuro final.

No arrancó bien el partido el Córdoba CF, frío como el ambiente y algo más desconectado de lo que es habitual en los blanquiverdes. El filial rojiblanco, como se esperaba, tiró alta la presión y dificultó el dominio del equipo de Iván Ania, discutiendo la pelea por el balón y ganando muchos duelos individuales. Con las zonas interiores del centro del campo sobrepobladas, el Córdoba encontró vías para el ataque en los costados y ahí el filial colchonero sufrió de lo lindo.

Para muestra, la jugada del primer gol, que llegó a los diez minutos cuando los blanquiverdes aún no habían probado la resistencia de Iturbe. Carracedo recogió una apertura de Diarra y a las primeras de cambio sacó un centro medido que Kike Márquez cabeceó a gol con sumas facilidades por parte de su marcador. Un tanto en la primera acción precisa y rápida que agitó un partido que había empezado con un ritmo bajo.

Con el partido totalmente controlado, el Córdoba se complicó la vida de la manera más inocente. El filial del Atlético, que ya había avisado de su intención de robar en campo local, apretó en la presión y generó un error entre un pase comprometido de Carlos Marín y un mal control de Diarra que Cala aprovechó para sortear al arquero blanquiverde y poner el 1-1. Un jarro de agua fría para el partido y para ese dulce momento que vivía el CCF en las tareas defensivas.

Toril pelea con Mariano por el balón en el Córdoba CF - Atlético de Madrid B. Toril pelea con Mariano por el balón en el Córdoba CF - Atlético de Madrid B.

Toril pelea con Mariano por el balón en el Córdoba CF - Atlético de Madrid B. / Miguel Ángel Salas

Ese fallo en campo propio hizo dudar al Córdoba, que pasó unos minutos de dudas en los que mostró poca seguridad a la hora de circular la pelota. Dentro de esas dificultades, con un Atlético de Madrid B imponiéndose por momentos en los duelos y haciéndose fuerte en la medular, el equipo de Iván Ania simplificó su fútbol y, con inteligencia, quiso volver a lo que le estaba funcionando, el ataque por las bandas.

El relevo de Carracedo lo tomó Simo, que en una buena acción personal dejó atrás a su par y asistió a Toril, sin que el balear acertarse a rematar con todo a favor. El extremo hispano-marroquí fue protagonista, poco después, de una oportunidad más clara incluso cuando remató un balón suelto que topó en Mariano y que Albarrán estrelló también sobre Assane. Sin encontrar continuidad en su juego, el Córdoba ya había acumulado ocasiones para decantar el marcador de su lado.

De ese atasco salió el Córdoba de nuevo con una buena acción individual de Carracedo, el mejor de largo en el partido, que sacó un nuevo centro medido, tras dejar atrás a dos rivales, buscando un Toril que pifió el remate. El balear, sin querer, dejó el balón franco para que Simo irrumpiera desde la segunda línea y pusiera el 2-1 con un tiro raso.

De ese segundo golpe ya se repuso mucho peor el filial colchonero, que vio como por fin el Córdoba empezaba a monopolizar con más comodidad el balón, logrando estabilizar el ritmo del encuentro y marcharse al descanso con ventaja en el marcador y algo más de calma en el juego.

El paso definitivo hacia delante de los blanquiverdes llegó en el segundo tiempo, al que el Córdoba compareció con mucha más determinación. Los ajustes de Iván Ania sirvieron a su equipo para hacer de manera clara con la manija en el centro del campo, con un Kike Márquez mucho más empeñado en ayudar a Sala y Diarra, lo que facilitó a los blanquiverdes el manejo de la pelota ante un filial que ya había dado un claro paso atrás en lo físico, pero sobre todo en lo anímico.

Calderón cabecea un balón ante Nabil en el Córdoba CF - Atlético de Madrid B. Calderón cabecea un balón ante Nabil en el Córdoba CF - Atlético de Madrid B.

Calderón cabecea un balón ante Nabil en el Córdoba CF - Atlético de Madrid B. / Miguel Ángel Salas

Jugando a placer, el Córdoba recuperó sus mejores sensaciones y Álex Sala pudo poner el tercero en un disparo lejano marca de la casa que no cogió portería por muy poco. Fue un simple aviso de lo que vendría, porque el equipo de Ania estaba decidido a sentenciar y lo hizo a la hora de juego. Una rápida transición en ataque volvió a coger mal parado al Atlético B, que vio como Simo encontraba a Calderón, para que el zurdo sacase un centro medido que Kike Márquez rozó con la frente y que Carracedo remachó a gol, completando su gran noche en El Arcángel.

Desarbolado ya el rival ante una nueva exhibición de pegada del Córdoba, el partido tuvo una media hora final plácida para los blanquiverdes. Ania abrochó más si cabe los puntos refrescando las bandas y cerrando cualquier atisbo de reacción del filial con un doble lateral por el costado derecho. El conjunto cordobesista se soltó la melena y en la mejor acción del partido, ya en el minuto 83, llegó el cuarto gol, obra de Casas, después de una brillante pared al primer toque entre Álex Sala y Kuki Zalazar que sirvió al mediocentro para poner el bandeja la diana al rambleño. Un tanto balsámico para Casas que debe servirle para ganar confianza y que coronó una noche perfecta para el Córdoba, que afianza su buen momento y asesta un golpe importante a sus rivales más directos en la zona noble.

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