Almería-Córdoba CF

Otro bofetón que te deja el alma partida (1-0)

  • En su partido más serio de la temporada, un Córdoba falto de gol sale de vacío del Mediterráneo tras un fallo grosero de Pawel en un balón parado

  • La frontera con la salvación queda a siete puntos y hoy podría irse a ocho

¿quién es capaz de reponerse de once jornadas consecutivas sin celebrar una victoria? ¿Qué equipo se levanta de una serie de un punto de 27 en las últimas nueve salidas? ¿Quién puede mantener algo de ilusión y esperanza tras acumular seis jornadas como colista y el doble en puestos de descenso? A día de hoy, nadie levantaría la mano para apostar por un futuro que no fuera negro en un Córdoba que en Almería cosechó su derrota número 12 en 19 partidos, lo que lo deja a una distancia de siete puntos de la permanencia que hoy podría verse ampliada a ocho en función de lo que pase en la cita entre la Cultural Leonesa y el Nàstic. Lo curioso es que esta vez el conjunto blanquiverde fue mejor, hasta el punto de firmar su actuación más seria desde que arrancó el curso, pero un error grosero en un balón parado de Pawel, al que no ayudó tampoco la pasividad del resto de compañeros, firmó un tropiezo que huele a sentencia. Habrá quien se agarre a las matemáticas, la mejoría de las sensaciones o cualquier otra cosa, pero lo cierto es que el equipo continúa desangrándose semana tras semana víctima de su falta de contundencia en las áreas, algo básico para sobrevivir en la jauría de la Segunda División.

Forzado por la baja de Pinillos, Jorge Romero agitó mínimamente el once con la entrada de Aguza para cerrar una banda izquierda en la que Javi Galán pasó a actuar de lateral, y Alfaro en la derecha en lugar de Jovanovic. La idea parecía clara: dominar al Almería a través de la posesión, algo que el conjunto blanquiverde logró prácticamente desde el inicio aprovechando su superioridad por dentro en la medular. Eso sí, para contabilizar ocasiones claras hubo que tirar de la pizarra, con un córner directo de Javi Lara que a punto estuvo de comerse René -su despeje lo repelió el larguero- y otro zapatazo escorado del montoreño en segunda jugada que no acertaron a desviar Alfaro ni Guardiola para convertirlo en más peligroso aún.

Dando continuidad al 4-1-4-1 pero con Alfaro y Aguza actuando más como interiores que extremos, el CCF dio metros a sus laterales desde el primer momento, jugando más en campo contrario que en el propio, para exprimir la facilidad para salir con la pelota controlada desde atrás pese a la presión alta local. Eso hizo que Lucas Alcaraz mostrara su descontento desde muy pronto en la banda por el rendimiento de los suyos, que tuvieron su primera aproximación coincidiendo con el primer balón franco que cayó en los pies del impredecible Pozo, que superó líneas con sólo con el control antes de que Joao Afonso abortara su intento de pase de la muerte.

Fue lo único que se vio de un Almería en un primer acto en el que estuvo superado por un Córdoba mucho más ordenado y equilibrado que en casi todo el campeonato, lo que ya dice mucho. Ver por primera vez al equipo como un equipo ya es mucho e invita a un ligero optimismo a menos que los resultados empiecen a llegar, porque eso es lo principal y lo que se sigue echando en falta, porque sin ellos... En este primer acto faltó acierto y pegada, algo que no es precisamente la principal virtud de un Carlos Caballero que mandó al limbo la más clara, tras un rechazo de Morcillo a un pase de Galán que tocó lo justo a la carrera Aguza. Sin gol, los blanquiverdes fueron mucho mejores, hasta el punto de que el público despidió a los suyos del Mediterráneo al descanso con una lluvia de pitos.

Como cabía esperar, el obligado rapapolvo de Lucas provocó que el Almería saliera más enchufado de los vestuarios, teniendo más el balón, lo que le empujó a jugar algo más en campo rival. No le duró demasiado la propuesta a los locales, pues el CCF, en cuanto fue capaz de recuperar la pelota, intentó dar continuidad a ese juego que pasa por el control de la situación a través de la posesión. Eso no evitó que el cada vez más progresivo descuelgue de Nano por la izquierda provocara un par de oportunidades clarísimas en un minuto que Juan Muñoz y Corredera, sobre todo este último que estaba solo en el área pequeña, se mostraron incapaces de dirigir a la portería de un Pawel vendido.

El partido ya estaba más equilibrado, según el criterio de cada equipo para llegar al marco enemigo: más velocidad en los locales y más combinación y pausa en los visitantes. De salida, la parsimonia del CCF dio más fruto, con un par de aproximaciones tras centros laterales de Edu Ramos y Javi Lara a los que no llegó por un pelo Sergi Guardiola. Poco después, Aguza sí pudo conectar un envío desde la banda de Fernández tras una pifia en el despeje de Morcillo, pero su derechazo salió blando para René.

Con el choque aparentemente de nuevo bajo el manto blanquiverde, una nueva aparición de Pozo dio otro giro y originó la más clara para los rojiblancos; Juan Muñoz controló bien a la carrera a la espalda de Joao Afonso, pero la salida de Pawel para achicar hizo que al sevillista se le hiciera de noche y tirara al muñeco. La lesión seguida de Fernández, que llevó a Edu Ramos al lateral para dibujar una medular más ofensiva con la entrada de Jovanovic, no varió nada pese al cambio de perfil. El encuentro siguió siendo de ida y vuelta, más a la carrera por el patrón local, lo que facilitó otra llegada de Pozo, esta vez al balcón del área, que no tuvo continuidad en el remate.

A los minutos de la verdad entró el Córdoba asustando, tras una transición rápida de banda a banda que terminó con el centro de Jovanovic y un remate de Alfaro ajustado al palo. El capitán se fue a continuación para dejar su sitio a Markovic pero lo primero que pudo ver el serbio fue el tanto del Almería tras un córner mal defendido que contó con el grosero fallo de Pawel en una salida a por uvas que no perdonó Motta. Quedaban apenas cinco minutos y el CCF se volcó con todo tratando de encontrar justicia a su mejor juego, pero pese a un intento de Javi Lara desde la frontal que se fue por poco y la entrada de Jona para quemar todos los cartuchos ofensivos, terminó de nuevo derrotado y con el alma partida tras otro bofetón.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios