De poco sirve el buen papel del equipo en líneas generales si en un partido tan importante como el de Almería el Córdoba vuelve de vacío. El cuadro blanquiverde fue levemente superior a su rival durante gran parte del encuentro, tuvo más el balón y llevó la iniciativa, pero mostró su ineficacia en ambas áreas para encajar una nueva derrota y quedar herido de muerte ante un rival directo por la salvación.

De salida Jorge Romero apostó por Javi Galán como lateral zurdo e ideó un centro del campo con los extremos (Sergio Aguza y Alfaro) jugando por dentro para acumular muchos hombres y dominar el balón. Al Córdoba le salió bien el planteamiento, porque el Almería estuvo impreciso y llegó tarde siempre a la presión, pero los blanquiverdes apenas se asomaron con claridad por la meta defendida por René.

En el segundo acto, el cuadro local igualó la intensidad y el choque se niveló. Al Córdoba le siguió penalizando su incapacidad para ser contundente en ataque y el grave fallo de Pawel puso en bandeja el triunfo a los rojiblancos. Tras ese gol, los cambios de Romero -demasiado tardíos- quedaron en nada. Edu Ramos tuvo que acabar el partido como lateral derecho por la lesión de Fernández y Jona pasó una vez más desapercibido.