El Córdoba CF sigue marcando la misma línea plana de la que no logra salir en los últimos partidos y encadena ya tres encuentros con empate, lo que equivale a dos derrotas (tres puntos sumados de nueve posibles) en ese corto espacio de la competición. Y eso que en Algeciras Germán Crespo varió su dibujo y hasta introdujo llamativas novedades en el once inicial, pero el resultado -para frustración del granadino- fue el mismo que en semanas posteriores: poco fútbol de los suyos y errores defensivos que costaron muy caro.

Después de tres semanas apostando por un once inicial muy similar en el que se habían hecho fuertes los jugadores que arrancaron la temporada vistiendo la blanquiverde, en Algeciras cabía esperar que el preparador granadino siguiera por los mismos derroteros. Pero nada más lejos de la realidad, porque Germán no solo cambió caras, también el dibujo.

El técnico recuperó el 4-4-2 que en algunos momentos de la temporada ha usado su equipo y devolvió a Casas y Willy Ledesma a la punta de ataque. Además, en defensa debutaba por fin Alberto Jiménez, después de casi dos meses de intenso trabajo para ponerse en forma y dejar atrás su inactividad.

Ante las dudas en defensa del Algeciras, un equipo que se empeña en salir con el balón jugado desde atrás cuando a todas luces no cuenta con jugadores de la calidad técnica necesaria para ello, Germán Crespo planeó un partido de presión alta y búsqueda de sus dos arietes en el área de Rubén Miño, para lo que los centros laterales eran fundamentales.

Sin embargo, ya escamó de inicio el encaje de Kike Márquez en el once inicial, forzado a tirarse al costado izquierdo y dibujando un 4-4-2 bastante asimétrico, pues la tendencia natural del mediapunta es la de jugar en asociación con sus compañeros por dentro, por lo que el carril izquierdo quedaba fiado única y exclusivamente a Calderón en labores ofensivas.

El primer problema que el Córdoba se encontró en el Nuevo Mirador es que no fue capaz de enlazar pases con precisión y fluidez como para dominar el partido y poder flanquear a su rival por los costados. De hecho, Willy Ledesma y Casas fueron dos islotes dentro del área del Algeciras, sin centros que rematar. Mal asunto para el plan establecido.

Tanto fue así que a la hora de juego Germán Crespo tuvo que recomponer su habitual 4-2-3-1 al ver que su equipo no merodeaba la portería local. Llegaron entonces los mejores minutos de los blanquiverdes, con un Armando Shashoua dispuesto a demostrar que el técnico se equivocaba al condenarlo desde hacía un mes al ostracismo más absoluto, a mirar los partidos desde el fondo del banquillo.

Juan Villar, sin minutos

El volante inglés dio otro aire a un Córdoba que se adelantó, pero que en ese momento volvió a pecar de poca solidez defensiva. Una desaplicación defensiva de Puga y una mala interpretación de Diarra en la ayuda a su compañero costaron un gol que supone dejarse dos puntos en Algeciras y ver el play off alejarse. Curioso resulta también que el CCF acabó sin referencia en ataque, mejor dicho con Camus haciendo esas labores, un partido que había empezado con dos puntas. Ni rastro de Juan Villar, cura recuperación milagrosa no era tal, pues finalmente se quedó sin minutos.

Al final del encuentro, era entendible la frustración de Germán Crespo, al ver que pese a intentar cambiar todo para que su equipo encuentre el rumbo, el resultado fue una nueva decepción.