Lejos del intenso calor de Córdoba y con la tranquilidad y seguridad sanitaria que les deparará la concentración en un hotel, el Córdoba CF ya se encuentra en Torrox, donde este domingo el club blanquiverde ha arrancado el primero de sus dos stage de pretemporada, en este largo y atípico verano en el que la preparación para la competición se alargará sobremanera.

La expedición blanquiverde partió desde El Arcángel a las 11:00 y poco antes de la hora del almuerzo los futbolistas ya se acomodaban en sus respectivas habitaciones en el Hotel Urban Beach Torrox Costa, el complejo que será el cuartel general de la plantilla y el cuerpo técnico hasta el próximo sábado, cuando toque volver hacia Córdoba.

Después de unas horas para disfrutar de las suaves temperaturas de la localidad costera, los futbolistas del Córdoba CF empezarán a sudar este lunes, cuando llegará la primera de las intensas sesiones que protagonizarán durante la semana de trabajo en tierras malagueñas. Para llevar a cabo los entrenamientos, la expedición del CCF se desplazará hasta el Municipal Enrique López Cuenca de Nerja, instalación elegida para las sesiones previstas, que se realizarán a puerta cerrada por el protocolo de prevención del coronavirus.

Y es que al margen de hacer grupo y empezar a trazar lazos entre los futbolistas, Juan Sabas tiene por delante una semana que espera que se fructífera en cuanto a trabajo se refiere. Con la atención de los futbolistas 100% puesta en los entrenamientos, el técnico podrá avanzar cuestiones de táctica y empezar a armar la estructura de su equipo de manera más sólida.

Para ello, junto a los 17 futbolistas del primer equipo que tiene disponibles, Sabas ha desplazado hasta nueve jugadores del filial, con la intención de seguir conociéndolos más y calibrar hasta qué punto están preparados para ayudar durante la temporada y cubrir cualquier eventualidad que se presente.

Moutinho, Espeso y Farrando, antes de subir al bus rumbo a Torrox.

26 son los jugadores que tendrá el técnico a su disposición mientras que la dirección deportiva sigue trabajando para cerrar las hasta tres incorporaciones que tiene muy encarriladas. Tanto es así que incluso si alguna de ellas se concreta en los próximos días, el club no descarta ampliar el grupo de trabajo en Torrox. En ese sentido, el que parece algo más cercano es Mario Ortiz, que se encuentra libre en el mercado y cuyo acuerdo con el club blanquiverde parece cuestión de días.

Junto al mediocentro, el Córdoba trabaja para disponer cuanto antes de Bernardo Cruz y Diabate. Ambas operaciones, adelantadas por el Día, se encuentran igualmente muy avanzadas, aunque dependen de otros actores implicados. En el caso del central cordobés, su incorporación se encuentra prácticamente cerrada, a la espera de que el jugador se desvincule del Granada, con el que queda un año de contrato. Ese trámite, que no pondrá en riesgo en la operación, podría eso sí dilatarse aún unos días. Muy similar es el caso del joven delantero Ibrahim Diabate, que llegará al Córdoba si nada se tuerce para competir por un puesto con Willy y Piovaccari. En su caso, la negociación abierta se centra en la forma de su llegada, bien a préstamo tras renovar con el Mallorca o bien en propiedad, opción en la que el cuadro balear se guardaría a buen seguro alguna opción de recompra.

Más allá de esos detalles, las tres operaciones están lo suficientemente encaminadas como para asegurar que es cuestión de tiempo que Sabas cuente con unos refuerzos que dejarán ya la plantilla del Córdoba prácticamente completa, a la espera de algún retoque final.

Mientras tanto, el técnico tiene trabajo por delante y hasta el próximo sábado lo podrá desarrollar junto a sus jugadores en un ambiente mucho más agradable que el que han tenido que padecer en estas primeras semanas de pretemporada en la Ciudad Deportiva.