Córdoba CF - Cádiz CF | La crónica

El Córdoba CF ilusiona ante un Cádiz que conquista el Trofeo Puertas de Córdoba en los penaltis

Simo y Kike Márquez intentan cortar el avance de Zaldua. Simo y Kike Márquez intentan cortar el avance de Zaldua.

Simo y Kike Márquez intentan cortar el avance de Zaldua. / Miguel Ángel Salas

Ilusionante estreno del Córdoba CF en El Arcángel ante un Cádiz que tuvo que sacar la artillería pesada en la recta final del encuentro para nivelar un pleito que se le puso cuesta arriba con un gol de penalti de Dragisa Gudelj. El central balcánico está de vuelta y celebró su tanto como merece una ocasión tan especial y tan esperada. Sin embargo, Sergio González sacó la munición al campo y Darwin Machís niveló un choque que se decantó finalmente del lado gaditano gracias al acierto en la tanda de penaltis (4-5). El Trofeo Puertas de Córdoba fue para un cuadro amarillo que triunfó gracias al error de Gudelj en la quinta pena máxima de los de los cordobesistas. 

Con renovadas ilusiones y una plantilla por rematar en este mes de agosto, el Córdoba CF regresó a El Arcángel 69 días después de cerrar el telón a la 22-23. Con una cara renovada, los blanquiverdes, capitaneados por un Gudelj que se reencontró con la vida y con su necesario regreso a los terrenos de juego, se estrenaban ante su fiel afición -más de 11.000 abonados-.

Bajo un 4-2-3-1, Iván Ania plantó un once inicial atractivo y continuista, en el que estaban los ocho jugadores que continuaron en la entidad blanquiverde tras el lavado de cara realizado este verano a una plantilla que cuenta con seis caras nuevas, de las que solo jugaron de inicio Albarrán, Lapeña y Álex Sala. En el banquillo esperaron su oportunidad Adri Castellano y Adilson, mientras que Recio, el último en llegar, debe ponerse a punto tras ocho meses sin equipo.

Enfrente estaba un Cádiz que solo había perdido un partido de pretemporada hasta la fecha -Las Palmas (0-1)-. Con el inicio del curso a la vuelta de la esquina, los gaditanos, a priori, debían tener una marcha más. Sin embargo, fue el Córdoba CF el que llevó la voz cantante desde el comienzo de un partido que puso en juego el primer Trofeo Puertas de Córdoba.

Con un Cádiz a medio gas y a verlas venir, el conjunto blanquiverde se puso el mono de faena y tiró de casta y calidad para tener los primeros acercamientos al área de David Gil. Solo se llevaban tres minutos de juego cuando Antonio Casas remató desviado un centro desde la banda derecha de Kike Márquez. Acto seguido, el rambleño lo volvió a probar con un latigazo desde la frontal del área que se le fue por encima del larguero de la portería gaditana.

Casas pelea un balón aéreo con un jugador cadista. Casas pelea un balón aéreo con un jugador cadista.

Casas pelea un balón aéreo con un jugador cadista. / Miguel Ángel Salas

Con un juego práctico y moviendo el balón de banda a banda gracias también a la dupla Sala-Diarra y a los balones en largo de Gudelj, los blanquiverdes arrinconaron con jerarquía a un Cádiz maniatado y sin ideas. Solo faltó más atino de cara a puerta a los de Iván Ania, que lo intentaron también por un centro de Carracedo que Kike Márquez no estuvo certero con un remate que salió demasiado elevado.

Por una banda, por otra y por el centro, donde Diarra no dudó en probar fortuna con un lanzamiento desde fuera del área que se fue fuera por poco. Incluso Casas, tras un pase del medio maliense desde la derecha, hizo intervenir a David Gil, que evitó el peligro despejando de puños. Todo iba al ritmo de un Córdoba CF que se gustaba ante su afición, pero antes de la media hora de juego y el parón para la pausa para la hidratación llegó el primer acercamiento de los gaditanos. Sin embargo, el cabezazo de Mwapu se fue por encima del larguero de la portería de Carlos Marín.

El último cuarta de hora de la primera mitad frenó la ofensiva blanquiverde ante un Cádiz que subió algún entero, aunque siguió sin asustar en el área cordobesista. Con una sólida defensa, los de Iván Ania dieron la talla y solo faltó el gol para poner la guinda a unos notables primeros 45 minutos de un encuentro que se fue a vestuarios con el empate inicial. 

Sin cambios en el Córdoba CF arrancó una segunda mitad en la que el Cádiz sí hizo dos permutas tras dar entrada a Bastida y Jorge Meré por Mwepu y Luis Hernández. Los blanquiverdes mantuvieron su liderazgo, aunque el partido bajó enteros respecto a lo que se vio en la primera mitad. No obstante, Álex Sala, con una falta lateral, dio el primer aviso tras el receso a David Gil.

A pesar de que el partido entró en un ritmo más lento, los blanquiverdes fueron los únicos que llegaron con más claridad al área cadista. Carracedo, con una internada por la derecha, se encontró con la respuesta de un seguro David Gil. A partir del 61' llegaron los cambios en uno y otro equipo. Ania dio entrada de una tacada a Adri Castellano, Adilson, Paco Fernández y Óscar Jiménez por Calderón, Simo, Kike Márquez y Antonio Casas.

Gudelj celebra su tanto en El Arcángel Gudelj celebra su tanto en El Arcángel

Gudelj celebra su tanto en El Arcángel / Miguel Ángel Salas

El paso de los minutos hizo ver que el tanque de gasolina todavía no está completo en los blanquiverdes. El partido entró en una fase de más desaciertos, fruto también del momento de pretemporada en el que estaban ambos equipos. No hubo muchos movimientos en un Córdoba CF que dio entrada a Mati Barboza por Lapeña tras la pausa por la hidratación de la segunda mitad.

Con el partido ya en su recta final llegaron los goles. El primero fue del Córdoba CF. Iza agarró a Adilson y Munuera Montero no dudó en señalar una pena máxima que se encargó de transformar un Gudelj que lo celebró con la afición. Capitán y líder. El balcánico está de vuelta, justo 132 días después del gran susto que dio al cordobesismo en la cita con el Racing Ferrol de la 22-23. Lo pasado, pasado está y el presente y futuro es suyo. Y lo hace vestido de blanquiverde.

Con el 1-0, el Cádiz tiró de banquillo y dio entrada a la artillería pesada. En un desajuste por el costado derecho blanquiverde, Darwin Machís cazó un balón suelto en el punto de penalti para establecer la igualada. Era al todo o nada ya. Solo llegó el inconveniente de un Álex Sala que se retiró con unas ligeras molestias físicas. Sin tiempo para más, todo se decidió en la lotería de las penas máximas. Con pleno de acierto cadista, el trofeo se fue para Cádiz tras fallar Gudelj el quinto disparo de los blanquiverdes.

Antonio Fernández Monterrubio y Pablo Lozano posan junto al capitán del Cádiz, José Mari. Antonio Fernández Monterrubio y Pablo Lozano posan junto al capitán del Cádiz, José Mari.

Antonio Fernández Monterrubio y Pablo Lozano posan junto al capitán del Cádiz, José Mari. / Miguel Ángel Salas

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