Turismo de Año Nuevo en Córdoba

Una bienvenida a 2019 bañada de sol y turismo

  • Cordobeses y turistas celebran la llegada del año con paseos por la Ribera y la Judería y almuerzos fuera de la cocina

  • El tiempo acompaña con un cielo despejado y algo de frío

Turistas en la Puerta del Puente.

Turistas en la Puerta del Puente. / Juan Ayala

El inicio del año es momento de marcarse objetivos. Ir más al gimnasio (o simplemente ir), apuntarse a la academia de inglés, empezar con la dieta... Pero es mejor dejar todas esas metas para después del día de Reyes porque aún quedan unos días de fiesta y jornadas para disfrutar en familia y con amigos. Por esto mismo, y gracias al buen tiempo que ha regalado este arranque de 2019, las calles de la ciudad se han llenado de cordobeses y turistas dispuestos a aparcar esos objetivos para más adelante y darse un homenaje en un día festivo como es Año Nuevo.

El sol ha acompañado en este 1 de enero y, aunque el frío también haya sido protagonista, el tiempo invitaba a salir a la calle y recorrer la ciudad en buena compañía. Así lo han hecho Javi y Lola, un matrimonio de La Carlota que ha pasado la Nochevieja en un hotel de la ciudad y que en Año Nuevo han salido a pasear por la Judería. Como bromeaba él cerca de la Puerta del Puente, "hay que superar la resaca de alguna forma".

En días de excesos como los que han precedido a esta jornada, Fin de Año no iba a ser la excepción. Muchas gafas de sol han tapado las ojeras causadas por la última fiesta del año y no hay mejor curar que recibir vitamina D en el Patio de los Naranjos. Un grupo de amigos de Granada ha venido hasta Córdoba para pasar unos días de descanso y las uvas se las tomaron en la plaza de las Tendillas. Casi llegan tarde al restaurante en el que habían reservado porque las sábanas se han pegado un poco más de la cuenta. "Todo el mundo sabe que en Nochevieja hay que darlo todo", comentaba de broma (o no) una de las integrantes de este grupo de granadinos, "y al final casi nos quedamos sin comer".

Con la mayoría de comercios cerrados, los restaurantes y bares de la ciudad han sido prácticamente de los únicos negocios que han abierto sus puertas en un día de descanso generalizado. Eso significa que hay quienes se sacrifican para que, para el resto, el 1 de enero sea un día de descanso completo. Jorge es camarero en un bar del Centro que ha abierto sus puertas a las 7:00 para servir los primeros desayunos del año a quienes han dado la bienvenida a 2019 a golpe de reguetón. "Yo hace muchos años que no salgo de fiesta en Fin de Año, así que tampoco me da mucha envidia", explicaba Jorge tras siete horas de jornada laboral de churros y chocolate.

A un restaurante, pero en este caso en la plaza de la Corredera, se han ido a comer la familia Castro Martínez, que desde hace varios años han trasladado el almuerzo del 1 de enero fuera de casa. "Siempre hemos comido todos juntos en casa de mi madre", explicaba Sara, una de las hermanas de nutrido grupo de cordobeses, "pero un año decidimos no meternos en la cocina y disfrutar del día fuera de casa y ya lo tenemos como una tradición".

Por esto mismo no ha sido raro ver las zonas más turísticas de la ciudad llenas de viandantes con cámaras de fotos en mano y sus mejores galas para darle la bienvenida a 2019 cerca de la Mezquita-Catedral, paseando por el Paseo de la Ribera o sacándole partido (todavía) a los juguetes que trajo hace una semana Papá Noel.

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