Córdoba

La nueva joyería cordobesa

  • El diseño minimalista prima sobre materiales más elaborados como la filigrana

  • Surgen empresas familiares para satisfacer la necesidad de tener joyas con "esencia"

La joyería cordobesa está resurgiendo, sin dejar de lado materiales más elaborados como la tradicional filigrana. Una nueva generación de empresarios aparecen para aportar nuevas ideas al sector joyero. La belleza en la simpleza es el lema de las nuevas piezas que están a la venta, principalmente a través de internet. Piezas más minimalistas surgen a raíz de satisfacer la necesidad de algunas jóvenes por crear piezas con más personalidad.

Pilar Herrera es una chica que decidió emprender la aventura de crear una marca de joyas hace año y medio, después de soñar con que este hecho se hiciera realidad mucho tiempo atrás. La idea surgió por la necesidad de una joven de 21 años en tener joyas con "esencia", diferentes al resto y con mucha personalidad. "Digamos que llegué al taller y dije que quería crear una marca de joyas" recuerda la joven.

La mayoría de las marcas envían sus productos dentro y fuera de España

Su marca se llama Due Joyitas debido a la preferencia de su familia por el diseño italiano de joyas. "Due significa dos en italiano y como éramos dos en el momento que empezamos pues se quedó así". El equipo de esta joven empresa cuenta con tres socios. "Mi abuelo es el que nos ayuda a materializar todas las ideas, además de varios talleres externos que trabajan con nosotros según las necesidades".

Las joyas que se utilizan en Due son de plata y plata chapada en oro aunque, cada vez más, utilizan oro de 18 kilates para sus encargos. El material de todas las joyas es español; "hay que potenciar el producto hecho en España". La marca tiene su sede en Córdoba aunque distribuyen sus productos hasta donde diga el cliente. En la misma ciudad de origen, junto con Madrid, es donde más pedidos reciben.

El periodo de Navidad, como ocurre con la mayoría de las marcas es cuando más demanda reciben, no obstante, esta época estival también es muy importante en cuanto a demanda. "No es una ciencia cierta, pero quizás después de las rebajas, en febrero, después de la tormenta de la Navidad llega la calma". Lo primero que tiene en mente esta marca es lanzar una web para que sus clientas puedan realizar pedidos on-line a través de internet, su signatura pendiente.

Durante una conversación cotidiana de madre e hijas surgió la marca me&my, en concreto en mayo de 2016. Su fundadora es Inmaculada Sánchez y junto con sus hijas Belén y Ana decidieron aportar un toque personal a las joyas que compraban. "Mis hijas me contaron que les gustaría hacer cambios en algunas de las piezas a nivel diseño. Me di cuenta de que si tuviéramos nuestra propia marca de joyas, nosotras podríamos hacer esos cambios personalizando cada detalle de los diseños que hiciéramos". Así nació me&my, con la idea de necesidad de los clientes que consumían las marcas ya conocidas y que no ofrecían esta opción.

Desde el principio tenían claro que iban a crear diseños que representaran a mujeres de todas las edades, con una personalidad "arrasadora, que fueran independientes, que no necesitaran a nadie para hacerse un regalo a sí mismas, y sin tener que abusar de su economía, algo asequible", cuentan. La fundadora destaca la importancia del trato con los clientes y las necesidades de los mismos. "Nos adaptamos a la clienta para ofrecerle el producto que más le guste o el tiempo de entrega que quiera. Nosotras mismas hablamos con ellas o con ellos y tratamos de ofrecerles el mejor servicio", afirman.

El equipo de me&my se queda en casa, la diseñadora de las joyas es Sánchez, pero cuenta con la ayuda de sus hijas; ellas son las que se encargan de las fotografías y de mantener al día las redes sociales. El equipo lo completa una amiga de las jóvenes, quien las asesora a nivel de comunicación de moda, que es su trabajo real.

Anillos, pendientes, y más productos son realizados artesanalmente con proveedores cordobeses y uno puntual en Barcelona ya que "tenemos que mantener la cultura joyera que tiene nuestra ciudad", reconocen. El material es principalmente plata de ley (925) y un baño en oro (de 1 micra), mientras que las piedras son Swarosvski. Ofrecen un diseño "minimalista, para tener la opción de ponerse varias joyas a la vez y poder jugar conjuntándolas, además de la personalización" de las piezas.

La sede es su propia casa, aún no tienen tienda y venden a través de las redes sociales. Como próximos objetivos abrirán su propia web y exportaran al extranjero, debido a las peticiones que encuentran fuera de las fronteras españolas.

Beatriz Soldado trabaja en una tienda de moda, es conocedora de las últimas tendencias y sabe lo que se lleva dentro del campo de la joyería. Gracias al negocio familiar joyero de su marido, pudo volcar sus ideas para reinventar las clásicas joyas de toda la vida. Miguel y Francisco Claus regentan la empresa joyera Sagasta, experta en fabricar pendientes de bebe, un producto estrella en Córdoba. La empresa está focalizada en la exportación, sus productos han sido expuestos en ferias internacionales como la de Las Vegas o Hong Kong. Soldado empezó a orientar la marca a un nuevo tipo de negocio pero "al principio no la escuchábamos. A mí hace cuatros años no me entraba en la cabeza que la gente comprase joyas a través de internet", afirma Miguel Claus.

Realizaban pocas piezas y se la enseñaban a conocidos. Todas se convertían en un éxito. Así empezaron los primeros encargos, en 2014, aunque la marca se creó hace tres veranos. Al principio era un hobby o un segundo trabajo y con el paso del tiempo se ha convertido en tarea principal. Pendientes, anillos y colgantes son la especialidad de esta marca bautizada con el nombre de su creadora. "No se nos ocurría otro nombre y pensamos que de esta manera transmitimos más personalidad", recuerda. Apostaron por unos diseños más minimalistas e incluyeron nuevos materiales como diamantes o piedras preciosas, además del oro de 9 kilates. "Siempre hemos trabajado sobre varios kilatajes, el más común es el oro de 18 kilates, pero apostamos por los 9, para crear piezas más finas y asequibles, algo poco usual en la joyería cordobesa, ". Sus precios van desde los 30 euros hasta los 150. El equipo afirma que pensó en chicas jóvenes que querían piezas de calidad sin que tuvieran un precio desorbitado. "También hemos hecho piezas personalizadas que oscilaban los 1.000 euros, nos adaptamos a lo que el cliente quiera". Sus joyas las denominan como "de moda y con calidad", unas joyas con un mayor reclamo en ciudades como Sevilla, Barcelona o Madrid.

Los responsables cuentan que la demanda varía según la época del año, siendo Navidad la temporada con más auge en ventas "por esas fechas se triplican los encargos". Como objetivos se plantean una posible tienda o crear puntos de venta, aunque prefieren ir poco a poco. De momento, su oficina la equiparán como show room de cara a los próximos meses. Esta opción surgió para ofrecer a los clientes una atención más personalizada, y que ellos mismos elijan como quieren diseñar sus joyas. Hay muchas posibilidades y la marca quiere ofrecer todas las opciones que están a su alcance. "No queremos presentar un catálogo con unos productos determinados, queremos que el cliente elija y cambie el color, la forma o el material para crear una joya única". La chapita personaliza es un claro ejemplo de la multitud de posibilidades que se pueden implantar en las joyas, este es su artículo estrella "se vende a diario". Cuentan que pueden grabar en esta pieza dependiendo de lo que el cliente decida, "iniciales, fechas, una vez grabamos la huella de un perro".

Hoy en día todo cambia y el joyero no se iba a quedar atrás, ahora es el momento de evolucionar y apostar por nuevos diseños simples y auténticos. La elegancia en la sencillez de las piezas está de moda y, cada vez más marcas lo saben.

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