"Son demasiados y cobran más de la cuenta"
Los cordobeses consideran que el número de asesores del Ayuntamiento y la Diputación es excesivo y que los sueldos deberían ser más bajos
“No me sorprende el dato. Los que mandan son los que salen ganando siempre y al resto nos toca quedarnos igual”, sostiene Ana López al conocer lo que Consistorio y Diputación gastan anualmente para sufragar los salarios de los profesionales que se dedican al asesoramiento político. Hasta 2,5 millones de euros al año destina el Ayuntamiento para esta cuestión, si bien en el caso de la Diputación la cifra se sitúa en torno a un millón de euros. El sueldo de este personal varía según el puesto y oscila entre los 55.795,3 euros brutos que cobra al año un asesor base y los 82.000 que le corresponden para el mismo periodo a los que son funcionarios de carrera. Al mes, la nómina es de 4.650 y 6.833 euros, respectivamente. “Vamos, que mileuristas no son”, comenta entre risas Ana, a la que su trabajo como camarera le reporta unos 800 euros al mes.
“A mí me parece que es mucho dinero para repartirlo entre pocos”, afirma Lola. Por contra a lo que opina esta ama de casa, la mayoría piensa que el número de asesores elevado en comparación con las necesidades de las instituciones. “Tienen a muchas personas cobrando un sueldo y mayoría son de los partidos. Con la mitad que hubiera seguro que sería suficiente”, afirma Juan Estremera. Así lo cree también su mujer, Mari Luz Caballero: “son demasiados y cobran más de la cuenta”. Ella no tiene un trabajo remunerado, pero compara el sueldo de los asesores municipales y de la Diputación con el de sus hijos y el resultado no le convence. “Carreras, cursos y máster. Están preparados y han tenido que pasar mucho hasta encontrar un trabajo en el que tampoco ganan tanto. Y luego lo fácil que lo tienen otros”, expresa.
No obstante, hay muchos que ven las partidas “justificadas”, como apunta Juan Barona, quien considera que “son profesionales y, si la cosa va bien, no debemos juzgar los sueldos. Deberíamos atender más a otro tipo de gastos más superfluos”. “Es un trabajo muy importante en la toma de decisiones”, argumenta. Gonzalo, repartidor, tiene un sueldo que dista mucho del que recibe un asesor. Alrededor de 900 euros es lo que le corresponde por una jornada “de tantas horas como tenga que echar”. Sin embargo, considera que su trabajo es “muy diferente a de los asesores. Yo no tengo la misma preparación. Ellos son expertos y eso se tiene que notar en la cuenta corriente”.
La congelación de sueldos del personal de confianza y de los cargos políticos es aplaudida por muchos cordobeses. “Los salarios son excesivos para la época en que estamos, así es que la medida es buena”, justifica Antonia Casado. Juan Barona considera que “la congelación en sí no es buena opción. La gente necesita tener un sueldo para vivir. Otra cosa es que los sueldos sean desorbitados”.
Les parezcan o no adecuadas las partidas que Ayuntamiento y Diputación destinan para pagar al personal de confianza de los políticos, los ciudadanos coinciden en que “siempre hay quien cobra de más”, tal y como considera Julia Gómez: “a mí lo que les pagan ni me parece bien ni mal; si eso les dan, pues con eso se quedan. Pero, eso sí, que por lo menos lo hagan bien y que no se trapichee con dinero que es de todos para mantener a gente que no dé un palo al agua”. Antonio Malagón, dueño de una frutería, opina que la contratación de asesores “no debe servir para cumplir con amiguismos”.
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