Coros en Córdoba: la alegría de la Navidad

La Navidad se siente desde lejos. Luces, afluencia de usuarios por las zonas más comerciales, ambiente festivo y muchas ganas de disfrutar de esta época tan significativa. Y no hay época importante sin música, que se hace tangible en la ciudad gracias a los coros navideños, protagonistas de este último mes del año. Los mixes de los villancicos se escuchan desde diferentes puntos de la ciudad atrayendo esa positividad y olor a familia que también se debe regalar en esta época del año.

Cristina Artacho es la presidenta del Coro Paz y Esperanza, que se fundó durante el año 1986; es decir, en 2026 cumplirá cuatro décadas dedicándose a lo que más les gusta. Durante su historia, ha visto pasar a diferentes miembros de todas las edades, pero siempre ha existido un vínculo especial entre ellos que se ha traducido de forma genuina en sus directos. La presidenta de la agrupación explica a El Día de Córdoba cómo está siendo la actividad este 2025: "Gracias a Dios, ahora tenemos mucho trabajo. Nosotros también vamos a residencias, los abuelos son los más agradecidos, ellos disfrutan muchísimo y nos hacen disfrutar a nosotros, por eso nos encanta ir a visitarlos", explica.

"Al hospital este año está más complicada por el tema de la gripe, aunque haremos lo posible, y aunque no sea ahora también estamos disponibles en otras fechas", añade. Aunque acompañan a personas en momentos duros, a ellas se les queda un buen sentimiento de llevarles esa energía. "No creo que sea sólo la música, sino la presencia. Nos movemos, reímos, miramos al público, las canciones las hacemos movidas", destaca Artacho sobre regalar buenos momentos en estas fechas tan especiales.

Respecto al recorrido de sus voces por diferentes puntos de la ciudad, la presidenta de la agrupación apunta que pasan por la Puerta del Puente, Las Tendillas o los Patios. "Lo más bonito es ver las caras de la gente. Hacemos nuestro popurrí de villancicos famosos y ellos cantan con nosotros. La gente se los sabe, y nos gusta que nos acompañen para pasar un buen rato", destaca.

Voces veteranas y nuevas incorporaciones

A simple vista, este coro es heterogéneo, ya que las voces más veteranas se mezclan con las nuevas participaciones, aunque la mayoría forman parte de una misma familia. Y es que en estas agrupaciones las voces trasladan su energía por diferentes generaciones. "Eso es lo bueno que tenemos, los más veteranos llevan desde el principio, luego, van entrando la sabia nueva, no se pierde la semilla", añade.

Loli Ansio es una de sus integrantesn que lleva en el coro desde casi el principio; inicialmente estaba en otra agrupación, pero un familiar la animó a unirse. "Fui a verlos a un espectáculo y me quedé, lo que más me gusta es el follón que tenemos liado siempre, vamos a muchos sitios. Tengo 77 años, soy de las mayores, y también están mi hija, mis nietas y mi marido. Como les gusta el cachondeo como a mí, aquí están", explica la integrante. "En visitas, por ejemplo, a oncología, vemos cómo mucha gente empiezan a llorar, pero también se alegran".

Por su parte, José María Fallos destaca que "esta alegría es gracias al Ayuntamiento, que se porta muy bien con nosotros y nos contrata cada año". "La cultura hay que moverla, que no nos falte ningún año", subraya el director de la agrupación. "Somos una familia y nos lo pasamos muy bien en estas fechas, y hay que alegrarse, porque la Navidad no es sólo llorar, hay que pasarlo bien y para delante", anima el músico, que sabe que la receta mágica son los villancicos más alegres para "sacarle esa sonrisa a todos".

Corrillos que llenan las calles, bandas sonoras que llevan acompañando a los usuarios desde temprana edad, palmas, panderetas y las mismas estrofas que recuerdan de años pasados. La Navidad está en la calle y en las cuerdas vocales de todas las agrupaciones corales.