Córdoba

Cuando un cambio es un calvario

  • Llega la hora de montar las cruces de mayo y en la Torre de la Malmuerta vuelve a surgir la polémica por el obligado traslado de un puesto de caracoles

Llega el momento de montar las cruces de mayo y vuelve a revivirse otro año más el Día de la Marmota en la Torre de la Malmuerta, donde un tradicional puesto de caracoles tiene que mudarse a la cera de enfrente de la avenida de las Ollerías para dejar su sitio a la Cruz de la Hermandad de El Calvario, una de las emblemáticas cofradías de San Lorenzo. Para los propietarios del puesto de caracoles, ese cambio, según confesaban ayer, se les convierte precisamente en un calvario. "Hemos pagado 6.000 euros al Ayuntamiento por la ubicación del puesto y el cambio de lugar supone que tengamos otra vez que acometer los enganches, por ejemplo, de luz y agua", sentenció Manuel Alonso, quien habló en representación de la familia después de que agentes de la Policía Local les comunicaran que si hoy no abandonaban el lugar antes de hoy para mudarse al otro lado de la vía se verían obligados a "demolernos el puesto; todo ello después de que nos hayan denunciado desde la hermandad" por no haber abandonado el lugar, según Alonso.

La familia del puesto de caracoles defiende que el decreto del Ayuntamiento que define dónde debe colocarse cada cruz de mayo "deja bien claro que el lugar en el que debe montarla la Hermandad del Calvario es la plaza de Juan Bernier; no obstante, hace años se quedó en que hasta que esa plaza se arreglara podría ubicarse en la Torre de la Malmuerta provisionalmente. Esa plaza ya está arreglada y llevemos siete años moviendo año tras año el puesto de caracoles", sostuvo el representante de la familia, quien añadió que "no hay manera de entenderse con la hermandad", algo que personificó en el hermano mayor de El Calvario, Rafael Guerra. Alonso insistió en que ahora tienen el puesto adjudicado por tres años, que quien se tiene que ir a la cera de enfrente es la cruz de la hermandad y que, "con esta actitud, el Ayuntamiento es el primero que está prevaricando".

Ayer, Rafael Guerra no quiso "entrar en polémicas" cuando fue preguntado por el asunto. El tono de sus palabras denotaba que también la situación le estaba suponiendo un calvario. Tan sólo negó que el decreto del Ayuntamiento ubicara la Cruz de la hermandad que dirige en la plaza Juan Bernier y dijo que la familia propietaria del puesto de caracoles firmó el decreto municipal "sabiendo y con la condición de que cuando llegara la hora de montar la cruz de mayo, ellos tenían que mudarse, como ha ocurrido en años anteriores, a la cera de enfrente". "Hace 14 años que la Hermandad del Calvario monta su Cruz en la Torre de la Malmuerta y desde hace unos siete u ocho eso se ha venido respetando", apostilló. Dijo que desde el pasado día 20 el lugar tenía que estar despejado para que pudieran empezar con los trabajos de montaje y recordó que la Cruz propicia que la hermandad pueda también asistir en obra social a muchas personas del barrio de San Lorenzo.

"Nos vamos a mudar sí, pero porque nos han amenazado con la demolición", insistió Alonso a media mañana de ayer antes de proceder a iniciar los trabajos de ese cambio que, un año más, de una u otra forma, se ha convertido en un calvario para las partes afectadas.

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