Con las temperaturas suaves del invierno, las alergias de primavera se han adelantado. Además de los días cálidos, con máximas que han superado los 20 grados centígrados, las prácticamente nulas lluvias de esta temporada y la contaminación biológica son otros de los factores que han propiciado que cientos de alérgicos hayan tenido que adelantar los tratamientos con antihistamínicos antes de lo establecido. 

La jefa de servicio de Alergología del Hospital Universitario Reina Sofía, Carmen Moreno, ha indicado a el Día que esta situación no es extraña en la provincia, ya que en Córdoba es común que al final del invierno el mercurio ronde temperaturas más propias de la primavera; no obstante, la diferencia de este 2022 reside en que esta temporada las temperaturas elevadas están siendo más prolongadas de lo habitual, a lo que hay que sumar una sequía extrema. 

"La situación de calor favorece la aparición del polen que estaba programado", como ha explicado la alergóloga a este periódico. Esto significa que las anteras de las flores que aguardan el polen se abrirán antes de lo previsto. 

Además, otro de los factores que adelanta la irritación en las mucosas se debe al estado de anticiclón perenne que vive la provincia de Córdoba, con lluvias escasas durante todo el invierno. Este fenómeno fomenta que el grano de polen se quede en suspensión durante un tiempo más prolongado. 

La falta de precipitaciones, además, favorece la "contaminación de carácter biológico", como ha explicado Moreno. Dicho factor hace referencia a las sustancias que permanecen en el aire, como polvo, suciedad, partículas de animales o plantas, una materia que se mezcla con el polen en suspensión y fomenta moléculas alérgicas.

En Córdoba hay varias plantaciones que generan mayor alergia. Moreno se ha referido, en primer lugar, a los cipreses, además de las gramíneas y el olivo. 

Aún está por llegar el pico de los plátanos de sombra, una especie típica en los entornos urbanos: "Cuanto más grande es la ciudad, más ejemplares hay", ha indicado la experta, ya que se trata de un árbol de bajo coste que crece rápido, da sombra abundante y "proporciona humedad, algo que ayuda a limpiar la atmósfera". Como dato curioso, Moreno ha aportado que este árbol poliniza antes de que salgan las hojas: "Cuando está pelado aparecen unas bolas que se abren y liberan el polen; eso es anterior a la fase vegetativa". 

En cuanto a los chopos, la experta ha aclarado un fenómeno que la población tiende a confundir. Y es que este árbol ornamental libera unas pelusas que se suelen identificar con el polen, aunque no es así: "Indudablemente son irritantes, pero no tienen nada que ver". 

Cómo identificar una alergia

Los síntomas que alertan de un cuadro alérgico son las conjuntivitis y la rinitis. La primera se identifica con un enrojecimiento de los ojos o la sensación de tener arenilla en los mismos; la segunda causa un picor intenso de nariz, así como sensación de moqueos constantes. Aunque, si el cuadro alérgico es grave, los síntomas pueden evolucionar con pitos en el pecho, dificultad de respirar, dolor de garganta o incluso oídos. 

Toda esta sintomatología hace que los alérgicos cuenten con dificultades para realizar actividad física, y ello sin necesidad de que tenga que ser un esfuerzo desmedido; una simple carrera para no perder el autobús supone el ahogamiento para muchos de los pacientes. El cansancio y la disminución de la atención son otros de los síntomas de la alergia, por lo que "para los estudiantes es un horror", reconoce la experta. 

La especialista alerta de que "cada vez hay más casos de alergias en todos los países del primer mundo, es una enfermedad de países ricos". Además, ha indicado que "el envejecimiento le sienta bien a las enfermedades alérgicas", "aunque cada vez vemos el debut de la enfermedad en edades más maduras, antes no era normal", afirma Moreno.

La alergóloga indicado por último que la mejor forma de prevenir es tomar la medicación a tiempo, incluso quien tenga síntomas durante el año, aunque no sea de extrema gravedad, también tiene que recurrir a un tratamiento. Ante cualquier caso, siempre se debe consultar con un especialista, incluso para aquellos alérgicos que tengan la enfermedad controlada, ya que "existe la posibilidad de la vacunación".