A corto plazo AENA dará tres meses para abandonar las viviendas

Los otros afectados del aeropuerto

  • José Luis García, uno de los 188 parcelistas que serán expropiados, reclama al Gobierno más tiempo para encontrar una casa que pueda albergar un núcleo zoológico para los 200 animales que tiene en su vivienda

José Luis García es el parcelista más popular de los 188 que serán expropiados como consecuencia de las obras de ampliación del aeropuerto. Numerosos cordobeses saben de él por la amplia y exótica colección de especies animales que tiene en su casa de Llanos del Castillo, pero su fama se extendió en 2004 a toda España cuando le ofreció a los Príncipes de Asturias una serpiente pitón albina como regalo de boda, un presente que rechazaron por falta de un lugar apropiado en Palacio. José Luis vuelve a la carga nuevamente, pero ahora lo hace para "proteger" a los más de 200 animales que tiene en su propiedad. Ve "imposible" que en los tres meses que Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) dará para desalojar las parcelas afectadas vaya a tener tiempo suficiente para encontrar una vivienda adaptada a estas circunstancias y menos aún tramitar el núcleo zoológico que le obliga la legislación vigente.

Él no pelea por tratar de arañar algún euro más a la hora de vender su casa a AENA. Ni siquiera es de los que patalean para que el organismo dependiente del Ministerio de Fomento aumente el precio de los suelos que no disponen de edificación alguna. Su batalla va por otro camino. De hecho, reconoce que los 340.000 euros en los que Euroval y Tinsa han tasado el inmueble "no están mal". Él reclama a los técnicos que AENA ha enviado a Córdoba para levantar las actas de ocupación que le den una solución al "problemón" que tiene desde que salió a la luz pública el mapa de las casas afectadas por las expropiaciones.

"¡Qué alguien me diga si tres meses es suficiente para llevarme mis animales de aquí!", repite una y otra vez José Luis. Muestra a su león con una mezcla de orgullo y temor. "No tengo ni idea de lo que va a pasar con ellos, porque cuando pido a AENA soluciones me dicen que éste es mi problema", precisa el parcelista. Le da de comer y lo acaricia como si se tratara de alguien de su familia. Subraya asimismo todo lo que ha luchado para tener la variedad animal que hay en esta vivienda radicada a algo más de cinco kilómetros del centro urbano.

Pero, aparte del león que tiene enjaulado en una zona del patio, José Luis dispone de una sala de alrededor de 100 metros cuadrados con especies animales de muy diversa índole. Sus tres cocodrilos y las 17 serpientes son las que llaman más la atención de quienes han pasado por este núcleo zoológico -como así queda recogido en la documentación de José Luis-. Sin embargo, con estos reptiles conviven otras especies como tarántulas, lagartos, iwanas, tarántulas, camaleones, aves de diversas especies y alrededor de un centenar de peces. "No qué hacer con ellos, pero lucharé todo lo que pueda", repite una y otra vez el parcelista.

Aunque asegura que la vivienda en sí no es lo que más le importa, José Luis recuerda que su casa está levantada desde 1944, una década antes de que el Gobierno eligiera un solar próximo a su vivienda para la construcción de un aeropuerto. Ahora, 65 años después de que su familia se instalara aquí, él tendrá que abandonar la vivienda y posiblemente los más de 200 animales que cuida desde hace años. "Espero que reconsideren su postura y me den algún margen extra para que pueda llegar a encontrar una casa para mis animales", concluye.

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