Sociedad

Muere Francisco Santos, fundador del bar que ha hecho famosa a Córdoba con su tortilla de patatas

Francisco Santos, en su negocio con dos de sus famosas tortillas.

Francisco Santos, en su negocio con dos de sus famosas tortillas. / Juan Ayala

Francisco Santos, fundador del emblemático bar que ha hecho famosa a Córdoba en todo el mundo por sus tortillas de patatas, ha muerto el día de Navidad a los 94 años. Su funeral se celebrará mañana martes.

Hace más de medio siglo que Francisco Santos alquiló el local situado en la calle Magistral González Francés para abrir su propio negocio. Antes de esto trabajaba en la Cepansa de capataz, pero cerró y se vio en el paro, así que decidió dejar Santa Cruz para irse a la capital con su mujer, Carmen Serrano, y con sus dos hijas, Isi y Laura Santos.

Quiso montar "un negocio con bocadillos y meriendas", como él mismo explicó a El Día en una entrevista. Entonces no imaginaba el alcance que tendría el Bar Santos, un negocio situado junto a la Mezquita-Catedral por el que han pasado personalidades de la política, la cultura y el famoseo, además de todo turista que se precie.

El primer alquiler del Bar Santos fue de 4.000 pesetas "y en año y medio pagué la casa trabajando día y noche con mi mujer", recordaba Francisco. Tras la apertura del bar, la llegada de las tortillas de enormes dimensiones hechas por Carmen fue solo una cuestión de tiempo.

Francisco contaba que un día pusieron unas cuñas de tortilla "y se las comieron muy rápido, le pedí más, y cada vez las hacía más gruesas, pero sobre todo las hacía con buen arte". Tras las tortillas –el elemento distintivo aún hoy– vino "el chorizo y los boquerones en vinagre", y Carmen llegó a ser distinguida como Señora de las Tabernas en 2005.

La clientela es la mejor bandera que tiene el Bar Santos, un establecimiento gracias al que Francisco había hecho muchas amistades y "aprendido idiomas". Tanto es así que por Santos han pasado más de veinte presidentes de diferentes países, entre ellos Tony Blair, y otras personas conocidas como toreros, Paco Rabal, Sancho Gracia y Carlos Cano. Dan fe de ello los recuerdos enmarcados que copan las paredes del establecimiento, que recogen las entrevistas que le han hecho a Francisco y recuerdos de quienes han pasado por el bar.

"He puesto mi granito para que se conozca Córdoba, hay gente que la conoce por mí y me gustaría que me recordaran por haber hecho algo bueno", aseguraba Francisco. Sin duda, su deseo se ha cumplido.

Su fallecimiento -que ha avanzado Diario Córdoba- ha causado consternación entre quienes lo conocían. Su funeral será este martes 27 de diciembre en la capilla del Sagrario de la Mezquita-Catedral.

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