La pandemia del coronavirus mantiene a todo el país en estado de alerta, lo que lleva al confinamiento de los ciudadanos en sus casas y al cese de muchas de las actividades económicas. En los últimos días se ha visto cómo se aplican las medidas establecidas por el Gobierno Central en las diferentes provincias y la reacción de los ciudadanos ante la limitación en su movimiento. Desde el pasado domingo se producen situaciones en las que muchos ciudadanos han sido multados por infringir las normas establecidas, como muestran las recientes denuncias en Córdoba.

Para poder realizar su trabajo correctamente, tanto al  Unidad Militar de Emergencias (UME) como la Policía Local, Nacional y Guardia Civil tienen una guía para decretar cuándo se están incumpliendo las leyes del estado de alarma y si ello conlleva sanción.

Los ciudadanos pueden salir a la vía pública por motivos justificados (como las citas médicas o las compras en farmacias y mercados), y deberán hacerlo solos, mientras que se permite el acompañamiento a personas mayores, a menores de edad y a personas discapacitadas o vulnerables, y en cualquier caso se debe presentar la documentación necesaria. No obstante, las autoridades sancionarán a aquellas personas que muestren una "actitud reiterativa o manifiestamente simulada".

En el caso de los vehículos, las autoridades permiten el transito de aquellos que circulen con motivos justificados y que con un máximo de dos ocupantes. En el segundo caso, ambos deben llevar mascarillas y el acompañante debe ir atrás. Para los vehículos de trabajo no existe un límite de ocupación, pero todos deben llevar mascarilla y la responsabilidad recae en el empleador.

No está permitido el viaje a segundas residencias. En caso de ya encontrarse en ella, ésta pasa a ser considerada como la habitual. Sí está permitido el desplazamiento de menores para cumplir con el régimen de visitas, al igual que los viajes para cuidad de parcelas, ganado, invernaderos o campos de producción extensiva.

La UME, que está desplegada en Córdoba, y los agentes del resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del estado también mantienen un control sobre los autónomos y los establecimientos que permanecen con actividad. Los primeros están autorizados a moverse para realizar su trabajo, siempre que tomen las medidas de seguridad necesarias. Por su parte, los talleres de automoción pueden mantenerse abiertos al público para realizar reparaciones, pero no podrán realizar ventas. Las actividades relacionadas con la construcción están autorizadas siempre que se tomen las medidas de seguridad para los trabajadores.

Soldado de la UME en el Puente Romano.

Los establecimientos de hostelería deben permanecer cerrados, aunque pueden realizar servicios de reparto a domicilio como el que ya hacen los restaurantes de comida rápida. Las estaciones y áreas de servicio pueden mantenerse abiertas, aunque sin tiendas ni cafeterías, mientras que el uso del servicio queda restringido a conductores de ambulancias, transportistas y conductores de autobuses.

Hay negocios que pueden mantenerse abiertos, como bazares, ferreterías y papelerías, que solo podrán vender los productos autorizados. Estos son: artículos de higiene, bebida, alimentos, tabaco, telefonía, comida para animales o papelería. Deben contar con una licencia de apertura que ampare su actividad y cuidar las medidas de seguridad para clientes y empleados. Los establecimientos con material de construcción y fitosanitario tienen permitida la venta a autónomos, mayoristas y profesionales.

Finalmente, se mantienen abiertos los supermercados, las tiendas de alimentación, las farmacias (incluyendo ortopedias y ópticas), tintorerías y lavanderías. Las autoridades regularán la actividad y el uso por parte de los usuarios para velar por el cumplimiento del estado de alarma.