La Universidad de Córdoba (UCO) ha acogido la firma de un convenio para la creación de un Centro Andaluz de Investigación en Zoonosis y de Vigilancia de Enfermedades Emergentes, un centro único que abordará aquellas patologías que puedan trasladarse a los humanos desde cualquier animal o a través de la ingesta de productos alimentarios. 

Esta colaboración entre la UCO y la Junta de Andalucía ha sido posible gracias a la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidad; la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible; y la Consejería de Salud y Familias. 

El consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha asegurado que hablar de enfermedades emergentes es una realidad y ha recordado que el año pasado se produjeron 360 alertas alimentarias, de las que 133 eran de origen animal. 

Se trata de un volumen considerable de enfermedades emergentes zootrópicas en consecuencia del contacto de las personas con animales, tanto salvajes como domésticos. Algunos de estos casos son importados de otras zonas como en el norte África, según ha expresado Aguirre. 

El brote de listeriosis ocurrido en 2019, los mosquitos de la fiebre del Nilo o las garrapatas con el virus crimea-congo en el norte de Córdoba son algunos de los ejemplos más recientes a los que la población andaluza se ha enfrentado. En el año 2020, por ejemplo, se registraron 172 casos de trasmisión territorial, 61 de aves zootrópicas y 71 del virus del Nilo, ha detallado.

En la actualidad, más del 60% de las enfermedades infecciosas que afectan habitualmente a las personas proceden de animales o sus productos. Además, cada año aparecen cinco nuevas enfermedades humanas y tres de ellas son de origen animal, ha detallado el consejero. 

Estos casos demuestran la importancia de controlar dichas enfermedades epidemiológicas y estudiar no solo el origen de la mismas, también su evolución, transmisión y consecuencias. Es por ello que el nuevo centro ubicado en Córdoba será un referente nacional en este sentido. 

En la presentación, el consejero de Transformación Económica, Rogelio Velasco, ha alertado de que lo sucedido con la crisis del coronavirus no será un hecho aislado, y que "tenemos que estar preparados para nuevas pandemias". Por ello, ha alardeado del conocimiento de los investigadores de "primer nivel" en Córdoba, tanto en el ámbito de la medicina como en veterinaria. 

Velasco ha informado que durante la legislatura se ha destinado en torno a 310 millones de euros en ayudas  I+D+i y antes de que finalice este año está previsto el lanzamiento de dos nuevas convocatorias por importe de 45,7 millones.

La Universidad de Córdoba, por su parte, ha recibido en el marco de estos incentivos casi 17 millones de euros, de los que más de siete millones de euros han sido destinados para la incorporación de investigadores a diferentes áreas científicas.

La consejera de Agricultura, Ganadería, y Pesca, Carmen Crespo, ha asegurado que las patologías relacionadas con la zoonosis tienen relación con la cercanía de la frontera andaluza y la africana, así como el cambio climático. 

Crespo ha indicado que este centro de investigación aportará "prestigio internacional" a Andalucía, al tiempo que ha aprovechado para agradecer su labor a la UCO por las investigaciones que la institución universitaria está realizando sobre cuestiones tales como el agro, la ganadería, la sanidad animal y la caza. 

La consejera ha informado que la "cabaña ganadera andaluza goza de salud", ya que concentra el 15% de la producción de la rama agraria de la región, una cifra que afecta de forma positiva a la economía andaluza. 

Por último, el rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos, ha aludido al carácter tecnológico y científico del futuro centro y ha explicado que en breve saldrá la convocatoria para las Unidades de Investigación Competitivas, que son proyectos con los que la UCO quiere dar el salto a institutos de investigación o unidades de excelencia científica María de Maetzu, a la espera de la llegada de fondos europeos para el futuro centro.