“Hay recursos en Córdoba únicos en todo el mundo”
Contenido ofrecido por Ayuntamiento de Córdoba
Hablamos con Bernardo Jordano, Delegado de Inclusión y accesibilidad DEL ayuntamiento de Córdoba
El delegado apunta que es vital avanzar hacia un modelo de ciudad más igualitario, apostando por la autonomía personal, la tecnología y la coordinación institucional
Pregunta.–Hoy se celebra el día internacional de la persona con discapacidad, ¿cuáles son los objetivos que se plantea desde su delegación para hacer una Córdoba más inclusiva?
Respuesta.–Puede sonar extraño, pero el principal objetivo de la Delegación es que desaparezca, como tal. Eso será síntoma de que todas las delegaciones del Ayuntamiento tienen perfectamente asimilado que la accesibilidad no es una excepción, sino lo que debería ser forma habitual de trabajar. La accesibilidad la aprovecha toda la población, no sólo unos pocos. Es curioso, la principal forma de entender la dificultad de las personas con movilidad reducida, pasa por conducir un cochecito de bebé. Ahí se da un perfecto y maravilloso ejercicio de empatía. En cualquier caso, si en el anterior mandato trabajos los conceptos de inclusión y accesibilidad universal, en éste, es la autonomía personal lo que nos marca el objetivo.
P.–¿Con qué herramientas cuenta la delegación para hacer frente a esos propósitos?
R.–Pues, creo que la evolución es importante. La Delegación contó, en su primer ejercicio, con solo dos personas. Hoy somos siete. También empezó con un presupuesto de unos 200.000 euros y hoy estamos ejecutando un presupuesto en trono a cuatro millones de euros. Pero hace tiempo que no me preocupa eso. El acierto más valioso de la Delegación ha sido implicar, como he dicho antes, a otras delegaciones. Visto así, contamos con el mayor presupuesto de todo el Ayuntamiento, porque nos arrogamos el de Infraestructuras o el de la propia Gerencia de Urbanismo. Una vez que hay coordinación y que las cosas se hacen como las haríamos nosotros mismos, el músculo para nuestro cometido es mucho más importante. Así que, los recursos de la casa son muchos más que los de la propia Delegación.
“La accesibilidad debe integrarse naturalmente en todas las políticas municipales”
P.–Actualmente, ¿qué tipo de recursos proporciona el Ayuntamiento de Córdoba para las personas con discapacidad?
R.–Nos acercamos, si no lo hemos alcanzado ya, a unos 200 recursos en materia de accesibilidad universal en la ciudad de Córdoba. Es importante no olvidar el apellido de “universal”, porque tradicionalmente se relacionaba todo esto solo con la silla de ruedas. Y no es así. Hoy, por hoy, una persona con discapacidad visual puede, por ejemplo, disfrutar de un museo pictórico, como es el Julio Romero de Torres, y una persona con discapacidad auditiva puede ir a un concierto en la Axerquía, con mochila vibratoria y con intérprete de Lengua de Signos Española. El abanico de soluciones es tan amplio como lo es el de las personas con discapacidad. Por ejemplo, también estamos implementando recursos para perfiles de discapacidad de la que no se ve, la orgánica. Somos la ciudad de España con mayor proporción de baños adaptados a personas ostomizadas, y eso conlleva mucha escucha y mucho trabajo detrás.
P.–De los proyectos finalizados este año, ¿cuál ha sido el que destacaría?
R.–Sin duda, el más llamativo es el de la ruta led por el centro comercial abierto. Es todo ese conjunto de luces que hemos desplegado en el entorno de Ronda de los Tejares y el Bulevard. Mezcla el encaminamiento podotáctil, que usan personas con discapacidad visual severa, con bastón para guiarse, y la iluminación led. Así, usamos el color blanco para identificar el propio encaminamiento; el rojo y verde, para los semáforos en el suelo; y el amarillo, para las paradas de bus. Hay unas 15.000 personas con baja visión en Córdoba. Esto les sirve de referencia para ir con más seguridad por las calles. Es un proyecto único en el mundo y está siendo aplaudido desde muchos rincones y colectivos. Sólo en encaminamiento podotáctil, hemos extendido más de 1600 metros con ese proyecto. Con luz, unos 900. Insisto, esto, no lo hay en ningún otro sitio.
“Es importante no olvidar el apellido de universal de la accesibilidad”
P.–¿Cuáles son los que tienen previsto acometer en un futuro próximo?
R.–No me gustaría hacer spoiler. Pero, como ves, nos gusta mucho la tecnología aplicada a buscar soluciones de autonomía personal. Perfeccionaremos el uso de la IA que ya hemos instalado en algún semáforo. Hasta ahora, detecta al peatón con movilidad reducida, quitándole 5 segundos al coche para que los gane él y cruce con más tranquilidad. Lo ideal sería que no fuera un tiempo estándar, sino lo que necesite. También trabajamos en facilitar el uso del transporte urbano por parte de personas con discapacidad visual, que no lo tienen nada fácil.
“Nos acercamos, si no hemos llegado ya, a los 200 recursos distintos en la ciudad de Córdoba”
P.–¿Cree que la sociedad es consciente de las dificultades que afrontan las personas con discapacidad?
R.–El colectivo afectado por la discapacidad, por una u otra manera, es amplísimo. No se me ocurre otro igual. Cuenta, las personas directamente afectadas, sus familias, sus cuidadores, las entidades del tercer sector, los voluntarios… La capilaridad con qué podría contar este grupo es amplísimo. Sin embargo sigue sin calar el mensaje principal. A mí me gusta explicarlo de forma muy gráfica: todos los que hemos sido padres, desde que nace un bebé, no se nos ocurre dejarlos fuera de nuestros planes; eso es la “inclusión”. A partir de ahí, compras lo que haga falta para incluirlos en esos planes de familia (cochecito, grupo 0, grupo 1, andador…), eso es la “accesibilidad”. Hay personas que, o no terminan de desarrollar todas las habilidades o, en algún momento las pierden ¿En qué momento ha dejado de entender eso la sociedad?
“La tecnología aplicada amplía soluciones innovadoras para mejorar la accesibilidad”
P.–La vivienda, el acceso al mundo laboral, las necesidades educativas especiales o los gastos económicos sobrellevados de la discapacidad son algunos de los handicaps que deben afrontar. ¿Qué medidas cree que deben adoptarse para aliviar estas dificultades?
R.–No hace falta irse muy lejos. A mí me da cierto reparo, cada vez que nos dan un reconocimiento más (van trece). Lo único que estamos haciendo es lograr el empate de una parte de la sociedad con la otra. No es nada extraordinario. Nos queda mucho todavía para que buena parte de la población consiga hacer cosas de lo más mundano, de lo más cotidiano. Es una obligación de las Administraciones Públicas. Piensa en cualquier aspecto de tu vida, y reflexión sobre si está alcance de cualquier otra persona, solo porque tiene alguna discapacidad. Es muy injusto.
“La coordinación municipal multiplica recursos y fortalece proyectos de inclusión”
P.–En el ámbito de las tecnologías, incluyendo la inteligencia artificial, organismos como la ONU temen que las personas con algún tipo de discapacidad se queden fuera. ¿Cómo se debería actuar ante este posible sesgo?
R.–Como en todo lo que rodea a la IA y las nuevas tecnologías, tiene sus peligros y sus ventajas. Y los dos son muy grandes. Si viene a hacer la vida más fácil de las personas con discapacidad, bienvenida sea. Ya hay muchas herramientas como ejemplo. Los móviles de última generación, permiten el manejo del dispositivo con el seguimiento ocular. Esto, antes, era una herramienta que costaba un par de miles de euros, para personas con daño cerebral. Se está estandarizando, y eso es una magnífica noticia. Igual pasa con los asistentes virtuales, que ya son bastante útiles, aunque siguen perfeccionando para quien no puede articular bien las palabras. O apps que reconocen y audiodescriben lo que capta la cámara, para personas completamente ciegas. Estoy convencido de que todo esto ayudará, porque la tecnología siempre pretende hacer las cosas más fáciles, y en el mundo de la discapacidad, no se trata de un mero capricho, sino de necesidades reales y vitales. Si hay miedo por la expulsión del mercado laboral, pues creo que tiene una lectura más positiva: ahora se van a poder conseguir adaptaciones del entorno laboral mucho mejor que antes. No hay excusa.
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