Tal como ocurrió durante la Transición, cuando nadie había escrito sobre una pizarra cuál sería la hoja de ruta que seguiría el país ni siquiera el devenir de la propia Constitución, Andalucía también aspira ahora a marcar el rumbo del modelo territorial de España; como en la Transición, cuando todo se encaminaba hacia un país asimétrico con sólo dos o tres autonomías plenas con su gobiernos y parlamentos, la comunidad quiere abrirse paso en un debate nacional polarizado entre el soberanismo extremo y las tendencias recentralizadoras. Ésta es la opinión básica de la ex ministra Carmen Calvo, profesora de Derecho Constitucional y vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Alfonso Perales, a la que el líder de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, encargó un informe sobre la reforma de la Constitución, un documento que tendrá, finalmente, forma de libro de tal modo que no se quede tan sólo en un formato propio de los debates internos de los partidos.

Hace tres meses, Griñán solicitó a un grupo coordinado por el catedrático de Constitucional de la Universidad de Granada Gregorio Cámara esta propuesta jurídica, en la que han participado otros cinco catedráticos, entre ellos dos de Derecho Financiero y de Hacienda Pública, además de otros nueve profesores titulares de centros andaluces, entre los que está la propia Carmen Calvo. La presentación del libro será el jueves próximo en el Parador de Carmona, donde se reunieron los redactores del primer Estatuto andaluz, y será allí donde Griñán recibirá una propuesta que, se supone, hará propia para el PSOE andaluz. A partir de ahí, terminará el trabajo de estos técnicos, y comenzará el político, porque la aspiración de Griñán es que este libro sobre el federalismo sea asumido por su partido a nivel nacional, lo que sin duda puede provocarle algunos roces con la dirección de Alfredo Pérez Rubalcaba, pero, en especial, con el Partido de los Socialistas Catalanes (PSC), cuyo secretario general, Pere Navarro, ha anunciado que se abstendrán a todas las propuestas soberanistas de Artur Mas, incluida la del referéndum.

El documento de la fundación se posiciona, claramente, por un modelo federal simétrico, que respete la pluralidad cultural o lingüística de cada territorio, pero que garantice la igualdad en el acceso de todos los españoles a los derechos básicos, lo que supone una financiación equitativa. Para Carmen Calvo, "la España de las autonomías no es un Estado federal, es cierto que se ha producido una importante descentralización, pero le falta la claridad y, sobre todo lo más importante, el poder y el pacto federal, porque lo que aquí ha habido son 17 acuerdos bilaterales entre las autonomías y el Gobierno". "Una vez que se ha producido la descentralización -siguió Carmen Calvo en conversación con este medio- no hay que temer al federalismo; se ha descentralizado y España existe, no ha desaparecido, sólo hay que ver lo que el Derecho comparado nos enseña para ver cómo los países que mejor funcionan, como Estados Unidos, Canadá o Alemania, son federales".

Griñán se ha cuidado mucho durante estos días de que el libro impreso no se filtre antes del jueves, y aunque se desconozcan los detalles jurídicos precisos que permiten dilucidar cuál es el modelo, sí se sabe que incluye una reforma del Senado como Cámara territorial y la constitucionalización del sistema de financiación, un elemento básico para el funcionamiento de las autonomías. De hecho, fue el deseo del presidente de la Generalitat, Artur Mas, de dotar a Cataluña de un sistema de concierto fiscal como el vasco y el navarro lo que terminó por provocar que este se aupase al malestar ciudadano expresado durante la última Diada. Este modelo, que hubiese supuesto que la Generalitat recaudase y gestionase casi todos los impuestos pagados en su comunidad, habría resultado letal para la propia España autonómica.

La opinión de Carmen Calvo, que durante la conversación con este medio puntualizó que el documento es técnico y jurídico, aunque sirva para el debate político, es que España se encuentra en la encrucijada entre los independentistas y aquéllos que claman contra las autonomías al considerarlas instituciones con gastos excesivos. "Este país está para matices, porque la verdad está en los matices, no está para la brocha gorda, para el negro o el blanco. Como ha dicho Griñán, la independencia de Cataluña es una frivolidad, pero también lo es negar que este país ha tenido siempre, y lo sigue teniendo, un problema territorial".

El hecho de que la idea haya partido de Griñán, y la Fundación Alfonso Perales haya reunido a catedráticos y profesores andaluces le da un acento peculiar a la propuesta, aunque su vocación es para todo el territorio. "Los andaluces somos tan conscientes del peso que tenemos en España que ésa es la razón por la que no somos nacionalistas, y eso fue lo que ocurrió en el siglo XIX y, después, a finales del XX con la Transición", explica Carmen Calvo. Junto al coordinador del libro, Gregorio Cámara, han trabajado catedráticos de Constitucional como Manuel Medina y Javier Pérez Royo, de Sevilla; José Antonio Montilla, de Granada, y los de Hacienda Pública de Málaga, José Sánchez Maldonado, y de Derecho Financiero, Fernando Pérez Royo. También se ha incorporado el ex presidente andaluz Manuel Chaves.

Al acto del jueves asistirá Ramón Jáuregui, a quien Alfredo Pérez Rubalcaba le ha encargado la preparación de la próxima Conferencia Política del PSOE. Y es que la respuesta que Ferraz le dé al documento también dirá mucho del aumento de influencia de Griñán en su partido a nivel federal. Y no será menos importante lo que diga el PP, un partido sin el cual el PSOE nunca podría llegar a reformar la Constitución, al menos de este modo tan sustancial.