El nombre de Bar X (Calle Carretera, 25) lleva más de 80 años en el imaginario colectivo de los cordobeses. Pocos son quienes aún no lo conocen y muchos los que repiten visita a este santuario de la mejor cocina tradicional situado en Cerro Muriano.

Sus incondicionales acuden buscando los platos de cuchara en invierno y elaboraciones más frescas -y escapando de la canícula de la capital- en verano. 

Décadas de buen hacer en este negocio familiar cuyas riendas llevan ahora Juan José Obrero, como jefe de sala y Antonia Barbarroja al frente de la cocina. 

Ambos han apostado este invierno por un plato clásico pero que está haciendo furor entre cordobeses y visitantes. Se trata del mítico cocido de tres vuelcos: contundente, reconfortante y reconstituyente de cuerpo y alma.

¿En qué consiste? Primero se sirve una taza de caldo con unos fideos finos y unas hojas de yerbabuena. Poco después traen a la mesa los garbanzos con la zanahoria, las patatas y la col. El último es vuelco o pase contiene la carne del cocido, que en este caso lleva codillo, dos tipos de tocino diferentes, una rodaja de tocino añejo -para darle consistencia al caldo- y gallina. Todo eso se prepara con un poquito de morcilla también y se sirve al final. 

Juanjo Obrero ejerce de perfecto anfitrión con los clientes de este negocio familiar de Cerro Muriano

"La idea es comer un plato consistente. ¡De hecho, se suele empezar sobre las 14:00 horas y se acaba sobre las 17:00 horas", comenta divertido Juanjo. Igualmente, destaca que "a diferencia de como lo hacen en otros sitios, el cocido sale trabado desde el primer vuelco". 

Eso sí, ¡aviso a navegantes! es imprescindible reservar con un mínimo de dos días de antelación para degustar el cocido porque su elaboración conlleva dos o tres días. 

Las estética del comedor de Bar X mantiene la esencia de las construcciones serranas

Una suculenta parada en el camino

Por méritos propios, Bar X fue distinguido no hace mucho con un Solete de Carretera de la Guía Repsol, la mención que conceden sitios donde comer rico y a buen precio en autovías y nacionales.  En palabras de la propia Guía, "cafeterías con bollería recién hecha, bares con bocadillos de buen pan, asadores donde probar la gastronomía de la zona, terrazas para dejar perder la vista en la naturaleza y desconectar del asfalto..".

En el caso del establecimiento de Cerro Muriano, la propia Guía destaca: "Bar X prepara un buen venao con compota de manzanas y bellotas en plena Sierra Morena". Sin embargo, es mucho más. Bordan los guisos y los revueltos. Sus elaboraciones a base de setas y verduras de sierra son magistrales y dominan la carne de caza como pocos. No obstante, en su carta no faltan pescados como el bacalao o el atún y una selección de mariscos. 

Igualmente, sus postres caseros merecen que dejemos un hueco para rematar la comida con un final dulce. No hay más que probar su tocino de cielo con almendras, el arroz con leche, las natillas o el pastel de castañas para entender por qué han mantenido la fidelidad del público durante décadas.