Milonga, "cocina de mestizaje, compás y duende", abre sus puertas en el centro de Córdoba

Milonga acaba de abrir sus puertas en la calle Eduardo Lucena, 5, de Córdoba. Su clientela se topa con un restaurante colorido, coqueto, cosmopolita y con "una cocina de ida y vuelta", como refieren sus propios creadores.

Al frente de su cocina está el chef Antonio Burrueco: "En Milonga, creemos que la cocina es un viaje. Un viaje de ida y vuelta, donde lo nuestro se encuentra con lo de fuera. Somos raíz y somos mundo. Nuestra inspiración nace del mestizaje: de la calle, del mercado y de los viajes".

Y es que "cada plato tiene compás y cada bocado, su duende". Definitivamente es "un punto de encuentro para los que buscan algo más que comer bien. Aquí se viene a disfrutar, a reír, a compartir. A vivir el arte de la mesa sin prisas".

Cocina de temporada, originalidad, audacia y actitud en una carta reducida pero bien trabajada.

Uno de los primeros en acudir a dar buena cuenta de su propuesta gastronómica ha sido el foodie José Alberto Pañero, Juusogastro, que apunta: "Antes de hablar de sus platos, déjame recomendarte su vermú, ideal para arrancar con buen pie esta experiencia. Ligeramente dulce, cítrico y con un punto de amargor que da equilibrio".

A la hora de elegir lo tiene claro: "Arrancamos este viaje gastronómico con una correcta ensaladilla, acompañada de ventresca y unas piparritas que le dan un toque divertido".

Absolutamente imprescindible resulta un "platazo que, sin duda alguna, es uno de sus best sellers: albóndigas de pollo con curry verde y cacahuete", que son "un viaje a Tailandia desde el primer bocado".

Tampoco "podía faltar un clásico reinventado: su bahn mí, bocado típico vietnamita" a base de lomo, col, zanahoria y pepino encurtido.

Pañero también ha podido probar sus bravas, "con una mezcla de salsas bastante rica". Mientras que a la hora del postre se ha decantado por su flan de huevo con nata, "ligero, cremoso y absolutamente delicioso".