NACIERON como grupo un día de diciembre de hace dos temporadas. Recuerdo que su primera foto oficial fue sobre un despoblado tendido de la plaza de toros onubense con cuarenta y tantos rostros asomándose a la página taurina del periódico de ese día. Se había clausurado por esas fechas el primer curso de aficionados prácticos en La Merced y se intuía lo que debería llegar con el tiempo como fue el Tendido Jóven de la plaza de toros de Huelva. Todo eso, fruto de la iniciativa de la empresa de la plaza de toros onubense, ha terminado germinando con el tiempo. Se consolidó la idea y ahora, antes de que llegue la Navidad de cada año, se reúnen para hablar de los nuevos proyectos.

Ayer volvieron a hacerlo. Esta vez en la finca Pelegrín, donde los toros de los Millares se crían entre el verdor efímero de un otoño que no termina de asentarse con el agua para procurar el manto verde que necesita el campo.

Más ayer, fuera de cualquier otra circunstancia, fue realmente importante ver cómo aficionados de todas las edades y de toda la provincia, sin perezas de ningún tipo, se habían echado al hombro un completo macuto de ilusión y se conjuraban en la inmediaciones de Trigueros para desde allí encarar esos cinco kilómetros de camino que lleva hasta la finca del ganadero Manuel Ángel Millares, anfitrión comprometido siempre con los aficionados de esta Huelva. Caravana grande, entre el polvo del camino que, aún en las fechas que estamos, anda levantándose entre la vereda. No eran los primeros en llegar. Cuando el grupo desembarcaba por Pelegrín ya estaba todo preparado para esa campera faena del tentadero que, con Alejandro Conquero y Emilio Silvera como invitados, habría de protagonizar la segunda parte de una jornada en la que lo principal era ponerle marco a la planificación de actividades para este año.

En total serán cinco sábados previos comprendidos entre el 16 de enero y el 13 de febrero los que desarrollen el III Curso de Toreo de Salón en el ruedo de La Merced.

Dentro del desarrollo de dichas jornadas se ha configurado el aula 'Manolín Prieto' en homenaje a ese buen aficionado onubense que tan predispuesto estuvo siempre a prestar ayuda a los más jóvenes del toreo de esta tierra. Según desgranó el periodista Manuel Jesús Montes, coordinador del grupo, los sábados impares habrá un coloquio con un profesional de la Fiesta. Un charla sin formato determinado, donde el propio invitado sorprenda a los asistentes y además se mantenga la cercanía de un diálogo que huye de la ceremonia de etiqueta y pretende el máximo acercamiento. En lo que serán las dos jornadas pares serán los distintos oficios del toreo los que se acerquen hasta este grupo de buenos aficionados.

Antes de todo ello, desayuno en el salón de peñas y después, la culminación que pusieron sobre el albero de la plaza de tientas dos toreros jóvenes de esta tierra, que en esta ocasión cuajaron lo mejor de la tienta.

Por aquello de agradecidos y bien nacidos, el remate de la jornada se cerró en el patio central del cortijo con la entrega al representante del ganadero de un azulejo recuerdo de un día agradable entre toros y afición.