Anuario Agricultura & Alimentación 2023

Los cereales, amenazados por la sequía y los precios un año más

  • La superficie de siembra de cereales en España, según los últimos datos del MAPA, bajó un 3% hasta los 5,2 MMha

Campo de cereales.

Campo de cereales.

Tras permanecer varios años estables, los precios internacionales de los alimentos alcanzaron sus niveles máximos en la primavera de 2022 con el inicio de la guerra en Ucrania. La escalada se inició en el 4T 2020 y se intensificó en 2021 por el encarecimiento de la energía, las perturbaciones en las cadenas de suministros globales tras la pandemia y sucesos meteorológicos extremos que mermaron las cosechas. Posteriormente, entre marzo y mayo de 2022, con la invasión de Ucrania, los precios ascendieron a máximos históricos debido a la alteración de los flujos de materias primas agrícolas de dos de los principales exportadores mundiales de materias primas, Rusia y Ucrania.

Debido al restablecimiento de gran parte de los flujos comerciales a través del Mar Negro y a la rebaja de los temores sobre interrupciones en los suministros de materias primas, los precios de las materias primas agrícolas han ido cediendo progresivamente: el trigo blando ha bajado respecto al año pasado en la UE un 43% (de 412 a 231 €/Tm), el trigo duro un 15% (de 465 a 362 €/Tm), la cebada un 44% (389 a 218 €/Tm), el maíz un 37% (de 371 a 232 €/Tm) y la colza un 56% (941 a 416 €/Tm).

Los últimos datos de mayo de 2023 de la UE reflejan una bajada de los precios de la energía de un 40,8% (-33% el Brent a 75,7 $/bbl y -65% el gas natural a 10,1 $/mmbtu) y de un 41,3% de los fertilizantes respecto al año pasado (el DAP de 842,5 a 510 $/Tm y la Urea de 707,5 a 329,3 $/Tm), dando un respiro en cuanto a los costes de producción.

La superficie de siembra de cereales en España, según los últimos datos del MAPA, bajó un 3% hasta los 5,2 MMha.

Gráfica Gráfica

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La campaña de cultivos de invierno comenzó con buenos niveles de humedad en el suelo, y las lluvias de diciembre animaron a los agricultores a fertilizar de manera adecuada. Sin embargo, las condiciones extremadamente secas que sufrimos desde principios de año redujeron la humedad del suelo conseguida con las precipitaciones de diciembre.

Las lluvias de la segunda quincena de mayo llegaron demasiado tarde para compensar las pérdidas de rendimiento en el sur, y solo aliviaron parcialmente las reducciones de cosecha previstas en el centro y en el norte, también ayudadas por las temperaturas más suaves que facilitaron una mejor maduración del grano.

Con todo ello, se prevé que la cosecha de cereales ronde los 11 MMTm en España, lo que supone una bajada de aprox. 38% respecto a la cosecha del año pasado, y nos obligará a importar fuertemente; se estima entre 23 y 25 MMTm de cereales dependiendo de la cosecha final.

Las condiciones climáticas que hemos tenido también han afectado al cultivo del maíz que es muy dependiente de la disponibilidad de agua para riego. Se estima una bajada del 25% de la superficie de siembra, aunque podría ser algo menos dependiendo de las siembras de segunda cosecha en el valle del Ebro.

Gráfica. Gráfica.

Gráfica.

Por su parte las oleaginosas también han sufrido una merma en la superficie de siembra. Para girasol, que aún se está sembrando en el centro y en el norte, se estima un 15% menos de siembra y la colza, según los datos del MAPA, habría bajado un 6,5% la siembra y prevén un 20% menos de cosecha que la campaña anterior.

Ahora es importante seguir la dinámica de precios de los alimentos para los próximos meses y la transmisión de los precios de origen a los precios de consumo, pasando por los precios de producción de la industria alimentaria.

En este sentido, según las proyecciones macroeconómicas del Banco de España de junio de 2023, la inflación interanual de los alimentos bajaría hasta el 11,5% en 2023, al 4% en 2024 y al 2,4% en 2025.

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