Sociedad

El inspector de la Policía lusa dice que Madeleine "está muerta"

  • Gonçalo Amaral acusa a los McCann de ocultar el cadáver de la niña y simular el rapto

El inspector jefe de la Policía portuguesa cesado cuando dirigía la investigación de la desaparición en el Algarve de la niña británica Madeleine McCann, Gonçalo Amaral, defendió ayer que la menor falleció el mismo día de la desaparición como consecuencia de un accidente. Amaral sostuvo ayer que el matrimonio McCann simuló el secuestro de la niña y ocultó su cadáver.

En una rueda de prensa en la que presentó su libro Maddie. La verdad de la mentira, Amaral explicó que la conclusión de la investigación que coordinó durante los cinco meses siguientes a la desaparición de la niña, el 3 de mayo de 2007, es que Madeleine murió a causa de un "trágico accidente" ese mismo día.

"La niña está muerta, donde está enterrada no lo sé", dijo el ex inspector jefe luso, que destacó el testimonio de una familia irlandesa que la noche de la desaparición se cruzó con un hombre que portaba a una niña en brazos y al que más tarde, al ver su imagen en televisión, identificó como Gerry McCann.

Amaral criticó ayer la presión ejercida sobre el proceso, "sobre todo por parte de la prensa británica", a la que acusó de dirigir "una campaña de manipulación" cuya consecuencia fue el archivo del caso. Además, apuntó que estas presiones, tanto políticas como diplomáticas, motivaron su cese de la investigación en octubre de 2007 y sentenció que "el Gobierno británico intervino de alguna forma".

El ex Policía criticó el archivo del caso el pasado mes de julio, cuando Kate y Gerry McCann fueron exculpados de su condición de sospechosos por parte de la Fiscalía de Portugal, pero advirtió de que el hallazgo de "nuevos elementos de prueba" podría motivar al reapertura de la investigación. Amaral confia en que el caso se reabra y se resuelva en un futuro, al tiempo que defendió que "la Policía tiene que desempeñar su trabajo objetivamente, sin presiones y siguiendo los procedimientos penales, sin que esto implique por ello que tenga que atenerse a lo políticamente correcto".

Con respecto a la investigación en sí, declaró que en un primer momento la Policía trabajó sobre el supuesto del rapto, hipótesis que luego se abandonó cuando las pruebas recogidas "evidenciaron" la muerte de la niña. Según, manifestó, "es normal que el matrimonio McCann se resista a creer que la niña está muerta porque se trata de la posrtura habitual de los padres que sufren traumas de este tipo". El autor del libro ha descrito a los McCann como "unos padres que han sentido dolor y angustia" y opinó que es "muy difícil" que el matrimonio - que siempre ha sostenido la hipótesis del secuestro- "dé marcha atrás".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios