El juez José Luis Aláez, que investiga el accidente de ferrocarril del 24 de julio en Santiago de Compostela en el que fallecieron 79 personas, retomará el lunes las declaraciones a testigos del siniestro.

Para el próximo día 19 están llamados a testificar ante el juzgado de instrucción número tres de Santiago el guardia de seguridad del tren siniestrado, así como el maquinista que hizo el trayecto anterior al que se produjo el accidente y un operario de Renfe que viajaba junto al interventor.

Los últimos testigos que declararon ante el juez fueron tres agentes que acompañaron al maquinista en los momentos posteriores al accidente, el pasado día 9.

Anteriormente al testimonio de los tres policías, también acudieron a declarar ante el juez Aláez los vecinos del barrio de Angrois que auxiliaron al maquinista y también del jefe de estación de Santiago.

Igualmente, pasó por el juzgado el interventor del tren que, según trascendió, llegó a hablar por teléfono con el maquinista que guiaba el ferrocarril, Francisco José Garzón, hasta instantes antes del descarrilamiento.

Garzón, que ya compareció ante el juez, se encuentra en libertad con medidas cautelares e imputado por 79 homicidios por imprudencia.

Hasta el pasado día 9, en que se ofrecieron los últimos datos por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, dieciséis familias de víctimas del fatal accidente figuraban como personadas en la causa, mientras que otras cinco han presentado denuncia.

Del total de personados, seis corresponden a familias de los fallecidos y otros diez a personas que sufrieron heridas en el descarrilamiento. Además, en la causa también están personadas desde el primer momento Adif, Renfe, y las aseguradoras Allianz y QBE.