Sociedad

Consejos para mantener una alimentación segura durante el embarazo

Una mujer embarazada durante una revisión en un centro hospitalario

Una mujer embarazada durante una revisión en un centro hospitalario / Archivo

El embarazo es un proceso en el que se debe llevar una vida saludable. Por ello, se necesita tener una alimentación equilibrada y segura, una actividad física adecuada y evitar el sedentarismo. Durante la gestación, es fundamental tomar unas medidas básicas higiénico-dietéticas y hay que evitar el consumo de ciertos alimentos para prevenir riesgos que pueden tener consecuencias negativas para el feto o la mujer gestante.

Algunas recomendaciones son lavarse las manos con jabón y agua caliente, al menos durante 20 segundos, antes y después de manipular los alimentos, siempre y en especial tras contactar con cualquier material sucio (pañales, residuos, animales) y especialmente después de usar el cuarto de baño. Las manos, las superficies y los utensilios de cocina utilizados se deben lavar a fondo tras manipular carnes, pescados, huevos, frutas y vegetales no lavados y cualquier otro alimento crudo.

También, hay que guardar los alimentos cocinados en el frigorífico, colocarlos adecuadamente, pero procurando que se consuman en poco tiempo y mantenlos en recipientes cerrados, separados y lejos de los quesos y los alimentos crudos. Si los compras ya cocinados, respeta la fecha de consumo que se indica en la etiqueta.

Conservación y reutilización de los alimentos

Otros consejos son asegurarse de que el frigorífico mantiene la temperatura correcta, es decir, 5 grados centígrados o menos, seguir las instrucciones del etiquetado de los alimentos precocinados para calentarlos adecuadamente, leer detenidamente el etiquetado de los alimentos, especialmente las advertencias y condiciones de uso.

Asimismo, se aconseja a las gestantes que hay que lavar las frutas, verduras y hierbas aromáticas crudas. Se recomienda que se puede utilizar agua con lejía apta para desinfección del agua de bebida, aunque hay que consultar la etiqueta, a razón de una cucharilla de café llena, de 1,2 a 2 ml de lejía por cada litro de agua.

También, se puede sumergir las frutas y hortalizas durante al menos 10 minutos, después realiza un enjuagado abundante con agua potable y cocina completamente la carne y el pescado. Para comprobar que se ha cocinado adecuadamente, hay que fijarse en el cambio de color en el centro del producto, observando más de 70 grados centígrados durante al menos dos minutos.

Las sobras de comida hay que refrigerarlas lo antes posible, no deben estar más de 2 horas a temperatura ambiente y, antes de su consumo, hay que asegurarse de calentarlas a alta temperatura, a más de 70 grados centígrados durante al menos dos minutos.

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