La Cuaresma ha comenzado en Córdoba con la celebración del tradicional Miércoles de Ceniza, jornada que abre paso al tiempo cofrade y que concluirá, en poco menos de mes y medio, con la Semana Grande. 

Un día, el del Miércoles de Ceniza, que ha comenzado con la celebración de una misa a primera hora de la mañana en el interior de la Mezquita-Catedral y que ha estado presidida por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y que ha concluido con numerosos vía crucis, entre ellos, el de carácter extraordinario celebrado por la Hermandad de la Esperanza

El punto de partida del cortejo, que ha presidido el Señor de las Penas, ha sido la parroquia de San Andrés. Desde allí, el vía crucis discurrió por las calles Hermanos López Diéguez, Enrique Redel, Santa Isabel hasta llegar a la plaza de Santa Marina. Desde allí, irá hasta la plaza del Rector, Zarco, Rejas de Don Gome, plaza de las Beatillas, Ocaña, Isaac Peral hasta llegar de nuevo a la plaza del Realejo.

La Hermandad de la Merced, por su parte, también ha celebrado este Miércoles de Ceniza con un vía crucis, pero en el interior de la parroquia de San Antonio de Padua, y que ha estado presidido por Nuestro Padre Jesús Humilde en la Coronación de Espinas.

Además, numerosas parroquias de la capital han celebrado a lo largo de esta jornada misas para la imposición de la ceniza, como en la iglesia Hospital de San Jacinco por parte de la Hermandad de los Dolores. La Hermandad de Ánimas, por su parte, ha celebrado otra misa en la iglesia de San Lorenzo con la que abrirá el periodo de Cuaresma.

Ceniza en la Mezquita-Catedral

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, recibe la ceniza en la Mezquita-Catedral.

La principal función, por su parte, ha tenido lugar en la Mezquita-Catedral, donde el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha celebrado la misa y ha impuesto la ceniza a los asistentes. En ella, el prelado ha recordado que durante la Cuaresma "la Iglesia nos convoca a la conversión, a prepararnos a la fiesta de la Pascua y a considerar en primera persona la misericordia de Dios".  

En este tiempo, ha continuado, "la Iglesia nos pone cuarenta días de preparación y nos ofrece otros 50 días tras la Pascua". El obispo ha instado a los fieles a convencerse que la vida cristiana es dejarse mirar y reconciliar por Dios y ha considerado que “tenemos que contemplar que la misericordia de Dios no tiene fin, y por tanto, tu vida tiene arreglo”.

El tiempo de Cuaresma es "creer que nuestra vida puede cambiar, ya que Dios siente celo por su pueblo y es Él el que nos convoca y nos introduce en la Cuaresma", ha indicado.

En su homilía, ha pedido "contemplar una vez más la misericordia de Dios. No nos cansemos, porque es esa misericordia y el amor de Dios lo que nos puede cambiar y donde se apoya la vida cristiana", ha asegurado Fernández.

Al mismo tiempo, ha instado a los fieles a comenzar la Cuaresma con sentido penitencial, con Jesucristo en el centro y creciendo en las tres pautas de este tiempo litúrgico: oración, ayuno y limosna. 

"Entremos en el tiempo de Cuaresma con este gesto de recibir la ceniza, un gesto de humildad auténtica y verdadera, que nos recuerda que no somos nada, es Dios el que se ha encaprichado con cada uno de nosotros, dejémosle que nos quiera y nos transforme", ha señalado. 

Testigos de la Pasión

En esta primera jornada de la Cuaresma, además, el Obispado ha acogido la presentación de la obra Testigos de la Pasión, un montaje que narra la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo a través de los sentimientos de las personas que lo acompañaron hasta su muerte en la Cruz, será representada en Córdoba a beneficio de Cursillos de Cristiandad. La actuación tendrá tres pases a las 18:30, 20:15 y 22:00 en la parroquia de San Juan y Todos los Santos (La Trinidad) el próximo 20 de marzo. El coste de las entradas es de diez euros.

Se trata de un montaje que representa la Hermandad del Santo Sepulcro de Aguilar de Frontera desde 2007 y en la que participan más de cuarenta personas, entre actores y personal dedicado a la gestión de la puesta en escena y del vestuario.

El autor del texto es Francisco Cabezas Pérez, quien para su desarrollo se basa en la percepción personal de quienes presenciaron la Pasión, a través de monólogos, y que aparecen de manera "irrelevante" en las Escrituras, según ha explicado Marcelo Romero, uno de los actores de la obra. Entre ellos, por ejemplo, Longinos, el soldado romano que traspasó el costado del cuerpo de Jesús con su lanza, o Nicodemo, Verónica o Simón Cirineo.

"La obra es una llamada a la reflexión", ha anotado en la presentación de la obra, al tiempo que ha subrayado que en el montaje "hay mucha ilusión y sentido de la responsabilidad". 

La obra dispone de cinco escenarios distintos para su representación, dos principales por los que el espectador localiza la casa de Poncio Pilatos y El Calvario, y otros tres donde se desarrollan diálogos entre actores y público, en un soliloquio dramático que interpela a los espectadores. Estos escenarios se dispondrán en la nave central de la Trinidad a modo de pasarela y el público se situará a ambos lados de la plataforma, a fin de conseguir pleno contacto visual con los actores