Semana Santa

La gran renovación femenina de la Semana Santa de Montoro

LA mujer como renovadora de la Semana Santa montoreña y La Mujer Madre de Jesús que tantas veces ha vestido. Bartolomé Moreno García pregonó la Semana Santa de Montoro teniendo como hilo conductor a la mujer montoreña, integrante y partícipe de las hermandades y cofradías y a la Virgen María, como el camino hacia Jesús. A su juicio, es "una nueva mujer, que se convierte en nazarena, en miembro de la junta de gobierno, y sobre todo una mujer que se hace portadora de sus imágenes. "Renovarse o morir, nos dan un grandioso ejemplo de esfuerzo y superación, en la que madres, hijas, hermanas, amigas, codo con codo, sortean las estrechas calles", defendió y agregó que "todo ello, con una humildad y disciplina, de la que muchos hombres deberíamos de aprender".

El pregonero, que a sus 43 tiene un larguísimo historial como cofrade, comenzó su intervención recordando sus vivencias de la niñez y cómo "montaba mis procesiones en la trastienda de la tienda de barrio de mi abuela Juana" en el barrio de la Silera y cómo fue su primera madrugá, montoreña de la mano de su madre, le marcó para siempre. Moreno hizo un pregón cargado de palabras y situaciones netamente montoreñas, además de utilizar la poesía para ensalzar los momentos que para él significan los más representativos de la Semana Santa de Montoro. Su pasión por la Virgen María no es de extrañar pues el pregonero es el vestidor de prácticamente todas las imágenes de la Virgen María que salen hoy en procesión. De su localidad se refirió a las diferentes procesiones, que "todo ello, no sería lo mismo sin el portentoso escenario que nos brinda nuestra ciudad, o mejor dicho, nuestro pueblo, porque Montoro, sin lugar a duda es pueblo, con su alma de pueblo, pueblo de vecinos, pueblo blanco andaluz, con su casinos, sus tabernas, sus rincones mágicos que hablan de otros tiempos, sus casas encaladas y con rejas, sus poyatos y servigueras, su puente y sus acequias".

Bartolomé Moreno también felicitó a los jóvenes que actualmente se están acercando a las cofradías formando grupos que "aseguran la continuidad de la labor que se ha desarrollado hasta ahora". También aludió a la hermandad que ayudó a fundar en 1991, La Humildad. A su juicio, "supuso el nacimiento de una nueva forma de vida para todos los que tuvimos la suerte de participar de aquel ideal". "Con ella, volvimos a nacer de nuevo, con sus ilusiones y desilusiones, pero siempre, bajo la atenta devoción a Nuestro Señor de la Humildad, luz y cimiento, de nuestra nueva vida", dijo y añadió "Montoro presume de este día grande de su Semana Santa, en el que con tesón y esfuerzo, hemos regalado a nuestro pueblo una gran hermandad, que ya no me pertenece, que ya no nos pertenece, sino que ha pasado a formar parte de la riqueza cofrade montoreña".

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