La parroquia de la Asunción ha acogido este domingo el pregón de la Semana Santa de Priego de Córdoba pronunciado por Francisco J. Forcada. Un pregón marcado por una oratoria serena, en la que el autor ha ido desgranando lo que para él significa cada uno de los días de la semana de pasión, con continuas alusiones a personas cercanas y vinculadas a distintas hermandades.

Tampoco ha faltado la reflexión en algunos de los puntos del discurso, en los que ha mencionado temas como el aborto, la caridad o la soledad, entre otros. Para acompañar su pregón, Forcada se ha valido de la música varios momentos del mismo, y de distintas estampas de la semana grande, que han podido verse a través de una pantalla.

Presentado por Pedro Ruiz Barrientos, en sus palabras ha resaltado algunas de las cualidades del pregonero, del que ha dicho que es "un cristiano que ama a Jesucristo", que siente "devoción por la eucaristía, por Jesús Sacramentado". Así, y tras la intervención de la Banda Sinfónica de la Escuela Municipal de Música, arrancaba un pregón que convertía a Priego de Córdoba en la Jerusalén de los sitios cotidianos.

Al comenzar en el Domingo de Ramos, Forcada ha tenido un recuerdo especial para los Hermanos Maristas que durante años desempeñaron su labor en esta localidad. Desde este punto, su discurso ha recorrido el barrio de las Caracolas, al que ha calificado como "Getsemaní", y ha reivindicado el trabajo duro de los jornaleros del campo.

En el Lunes Santo, sus palabras han sido para la Virgen de los Dolores, que desde su "atalaya" vigila a los prieguenses, y en la dedicación a los más pobres no podían faltar sus palabras hacia la Virgen de la Caridad, "belleza sencilla".

Para la representación del Prendimiento, recientemente declarado Bien de Interés Cultural de Andalucía, y para la Virgen del Mayor Dolor, han sido sus palabras más emotivas, dedicando una levantá "por los que este año se han ido". Y en la noche del Jueves Santo, en Nuestro Padre Jesús en la Columna, según Forcada, encontramos "la mirada que nos enseña a confiar".

El pregonero ha dedicado especial atención a la mañana del Viernes Santo, y a su fe en Nuestro Padre Jesús Nazareno, "Dios de nuestros padres", acabando la jornada con la Virgen de las Angustias, de la que se pregunta si puede haber belleza en el dolor, y con la Virgen de la Soledad, "reina del cielo".